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Nueva York inspira al cine

El Universal
Lunes 12 de junio de 2006
Manzanas enteras son cerradas al tráfico para permitir el rodaje de escenas en está urbe

NUEVA YORK (DPA).- En los últimos años, la ciudad de Nueva York se ha convertido en uno de los lugares predilectos de los directores de cine para realizar sus producciones.

Las calles están cortadas, cubiertas por los equipos de iluminación u ocupadas por infinidad de tráileres de las estrellas.

Algunos de los largometrajes recientemente rodados o que comenzarán sus trabajos de producción próximamente son August Rush, protagonizado por Robin Williams; Pride and glory, con Collin Farrell; Perfect stranger, con Bruce Willis; Che, con Benicio del Toro; American Gangster, con Russell Crowe, y The Nanny Diaries, con Scarlett Johansson.

Muchas cosas han cambiado en la ciudad desde que el cineasta Sidney Lumet rodó una escena de su película Stage Struck desde la ventana de su automóvil en 1958 y filmó a bailarines callejeros para la escena final de Fail Safe (1964).

"Filmé esas escenas cerca de los estudios en la avenida 10 y la calle 54, donde los puertorriqueños salían a sentarse en la vereda en el verano. En esa época no teníamos dinero", comentó el artista recientemente en una entrevista.

En la actualidad, manzanas enteras son cerradas al tráfico para permitir el rodaje de escenas para un buen número de películas.

La ciudad ha cambiado a la misma velocidad que crecieron los presupuestos de los largometrajes de los grandes estudios de Hollywood.

Times Square, que en su momento fue hogar de prostitutas y narcotraficantes, se ha convertido en la nueva sede de Mickey Mouse. El sector este de la ciudad, entre las calles 42 y 50, conocido como hell´s kitchen (cocina del infierno) ha sido invadido por condominios, comercios y restaurantes sofisticados.

Nadie mejor que Sidney Lumet, que se crió en el Lower East Side, en la avenida A y la calle dos, conoce los cambios de la ciudad de Nueva York.

"Cuando era niño, nadie se atrevía a pisar la manzana italiana o la irlandesa y ellos no se atrevían a caminar por nuestra calle, que era judía. Pero todo eso desapareció. Ahora el barrio se está poniendo de moda".

Por su parte, los directores que se sentían atraídos por la naturaleza diferente, agresiva y poco amistosa de la metrópoli, se sienten desilusionados por algunos de sus cambios.

Cada vez más a menudo, la ciudad que en la mente del público representaba sensaciones desde aterradoras hasta escalofriantes y fascinantes no aparece plasmada de esta forma en las numerosas series de televisión y películas filmadas en sus calles.

En las películas de los años 30, la ciudad era considerada un lugar de aventuras. "En películas de los años 30, Nueva York es un lugar fascinante y peligroso. Este tipo de sensaciones no se observan en las películas actuales", dijo al diario The New York times David Thompson, autor del Nuevo diccionario biográfico de cine.

Ofrece facilidades

Según los expertos, la razón detrás de la gran cantidad de producciones es más bien logística que creativa. La ciudad cuenta con grandes espacios de estudios y tanto el estado de Nueva York como su alcaldía ofrecen recortes impositivos de 15% para directores que realicen por lo menos 75% de sus proyectos en la ciudad.

Estos incentivos han abierto las puertas para películas que en otro momento hubieran sido rodadas en lugares diferentes, en especial Toronto. Hasta algunos directores han utilizado las calles de Nueva York como escenario en lugar de otras ciudades.

Martin Scorsese, originario de Nueva York, rodó su película The departed en la ciudad pese a que la trama se desarrollaba en Boston.

De la misma forma, películas ambientadas en Nueva York, como King Kong, son rodadas en otras ciudades. Oliver Stone está rodando en California su película World Trade Center, sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Una ciudad cara

Incluso con todos los incentivos, filmar en Nueva York no es barato y la mayoría de los cineastas que deciden hacerlo tienen una razón poderosa. Robert Greenhut, productor de más de 20 películas de Woody Allen, opinó que el carácter de la ciudad es único e irrepetible.

"La personalidad de los neoyorquinos es muy diferente a la de las personas en Chicago. Tienen otro estilo, existe cierto tono que no se escucha en ninguna otra parte", afirmó Greenhut.

Nueva York siempre tuvo fama de ser un caldo de cultivo para criminales, narcotraficantes y mafiosos, un aspecto que los cineastas encuentran sumamente atractivo y que despierta su creatividad. Sin embargo, una fuerte limpieza durante los últimos años convirtió a la ciudad en una de las más seguras del país.

Pero en el mundo del cine y la televisión, la criminalidad en Nueva York sigue viva y coleando, en especial en series de TV como Law & Order.

Durante los años 60 y 70, sin embargo, el orden público de Nueva York se vio amenazado por la criminalidad, el tránsito y las huelgas de basureros. Midnight cowboy (1969), Taxi driver (1976) y Dog day afternoon (1975) reflejan esta época.

Pese a los cambios de la última década, cineastas independientes encuentran una infinita fuente de inspiración en la vida cotidiana de la ciudad de Nueva York.



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