Crash impactan a los vaqueros
LOS ÁNGELES (Agencias).- Fue una noche inusual, esta vez los pronósticos no se cumplieron, la cinta Crash (titulada en México como Alto impacto) sorprendió al ganar a la favorita Brokeback mountain. Secreto en la montaña el premio Oscar a la Mejor Película de 2005, en la ceremonia celebrada en el teatro Kodak de Hollywood, en Los Ángeles, California. La polémica historia de amor entre dos vaqueros llevó a Ang Lee a obtener su primer estatuilla como director. La película también fue considerada como la de Mejor Guión Adaptado. El tercer premio que ganó Secreto en la montaña recayó en manos de un latino: el argentino Gustavo Santaolalla, quien se impuso en la categoría de Mejor Música Al recibir el premio a Mejor Película por Crash, Cathy Schulman, coproductora de la cinta junto con Paul Haggis, agradeció al público. "Esta es una película que habla del amor, la tolerancia y la verdad (...) Quiero agradecer a todos aquellos que se conmovieron por estas historias." Crash ya había obtenido el Oscar al Mejor Guión Original (Paul Haggis y Bobby Moresco), rubro en el que partía como amplia favorita, así como en el de Mejor Montaje. La cinta cuenta una historia en donde el destino de varias personas colisionara en el curso de 36 horas, en encuentros que dejarán huella, desde el veterano policía racista (Matt Dillon) que humilla y después salva la vida de una mujer negra (Thandie Newton), hasta el comerciante persa al que confunden con árabe y que sin querer dispara contra una niña hispana. El resto de los premios transcurrieron según lo previsto, y Philip Seymour Hoffman logró el Oscar como Mejor Actor, por Capote, y Reese Witherspoon el de Mejor Actriz, por Walk the Line. Además las estatuillas repartieron suerte, y tres fue también el número de la suerte para otras dos películas. King Kong consiguió tres galardones en categorías técnicas como Sonido, Montaje Sonoro y Efectos Especiales. Memorias de una geisha también obtuvo tres estatuillas en Mejor Dirección de Arte, Mejor Fotografía y Vestuario. Robert Altman puso la sala en pie, no sólo por el Oscar de honor que le entregó la Academia o en saludo a toda una vida dedicada al cine, sino cuando reveló que hace 11 años había sufrido un trasplante de corazón. "No lo había dicho antes, porque pensé que nadie me iba a contratar más", agregó. Para Rachel Weisz, su victoria fue un nuevo regalo a su maternidad, un niño que no paró de moverse en su barriga. El más popular de los premios fue también el primero que se entregó, cuando el galán de Hollywood, George Clooney, obtuvo la primera estatuilla de su carrera como Mejor Actor Secundario, por Syriana. Clooney resumió en su discurso: "Reflejamos la sociedad, no la lideramos". La moda llegó cuando el ganador del Oscar a la Mejor Película de Animación, Nick Park, por Wallace & Gromit, vistió su estatuilla con una corbata de moño. "Esta noche he visto tantos esmóquins que ha sido como volver a estar rodeado de pingüinos", bromeó uno de los ganadores del Oscar al Mejor Documental por March of the penguins.





