Ana María Padilla recordó a su esposo Roberto Cañedo, como un hombre maravilloso, un excelente actor y un padre amoroso.

A dos años de su muerte se le rindió un homenaje a uno de los personajes más completos de la época de oro del cine mexicano dentro de las ya tradicionales ediciones especiales de la revista ?Somos?.

Su esposa, quien lo acompañó hasta los últimos años de vida, comentó algunas de los anécdotas que vivió al lado de su marido, como aquel día en que decidió convertirse en inventor y de inmediato colocó su taller dentro de su mismo hogar.

Además, recordó sus años como actriz, profesión que dejó por dedicarse a sus seis hijos; posteriormente murieron tres y sobreviven las mujeres que la llenaron de nietos.

En la época de la Revolución y principalmente en su vida dentro de los foros, fue como se conocieron y desde entonces vivieron hasta el día de la muerte de Roberto.

Cabe recalcar que el actor mexicano, realizó más de 300 cintas de las cuales destacan ?Los hijos de Don Venancio?, ?Bugambilia?, ?No matarás? y ?Salón México?.

Como padre amoroso, según propias palabras de sus dos hijas Claudia y Sandra dicen que como abuelo fue más consentidor. Sus nietos recordaron que siempre se la pasaba en el taller inventando.

En el evento también se rindió un reconocimiento a Amparito Arozamena por sus 75 años como actriz. Inicio su trayectoria desde los 6 años dentro de las carpas y posteriormente en el teatro y cine. Ella comentó que trabajó con cómicos y galanes, como lo hace actualmente dentro de las telenovelas.

El suplemento especial que editó la revista, está dedicada a estos dos personajes a manera de reconocimiento y homenaje a dos personalidades del cine mexicano.