Alpha Blondy cree que existe un Dios
Si Carlos Santana inicia sus conciertos rezando un Padre Nuestro como símbolo de que encontró en la religión un motivo para vivir, Alpha Blondy, una de las máximas figuras del reggae, comienza sus audiciones recitando el Salmo 23: "El Señor es mi pastor, nada me faltará. Aunque camine por el Valle de la Sombra de la Muerte, no temeré porque él está conmigo". Su idea es que la fe sirve para unir a las personas. De modo que sus conciertos, como el que dará esta noche en el Salón 21, su tercero en México, son un recuento de los males que aquejan a la humanidad: guerra, hambre, odio, destrucción del ambiente, pero también la esperanza de que en el fondo de esa caja de calamidades se encuentra también la esperanza. "Creo que las religiones no unen a la gente, la fe en Dios sí lo hace", comentó el músico nacido en Costa de Marfil en su visita anterior a México. "A mí me enseñaron que no hay varios dioses sino uno, así que para mí la Biblia, la Toráh y el Corán hablan del mismo Dios, por eso digo que no estoy involucrado en una religión, mi religión es Dios. "Rechazo clasificar mi fe en alguna forma, porque la religión es una manera de hacer pelear a la gente, si elijo un bando tendré que luchar contra los cristianos, contra los palestinos o cualquiera que esté enfrentado a mi religión", comenta. Pero el hecho de que la fe tenga un lugar primordial en su vida, no hace de Alpha Blondy un predicador, él se percibe sólo como un cronista. Aunque debe añadirse que sus historias tienen gran impacto y como ejemplo está el Concierto por la Reconciliación que organizó en 2001, para sanar las heridas dejadas por la guerra civil. Antes de ese año, Costa de Marfil era el único país de la Costa Oeste de África que no había sufrido un conflicto de ese tipo, pero la llegada de un militar al poder cambió las cosas. Cuando el músico convocó al concierto, el ejército comandado por Henri Konan Bedie atacó a la gente y suspendió la función, quizás el dictador no quería que miles de asistentes repitieran el estribillo "la democracia bananera terminará en una guerra civil". Seydou Koné, nombre original del músico, explica que sus letras abarcan un espectro amplio de temas no porque deba emitir una opinión de todo, sino que los asuntos se le imponen y se siente obligado a prestarles atención. "En ocasiones he atendido a asuntos políticos o de comentario social, en otras me he preocupado más por la cuestión espiritual. Pero mi preocupación inicial es, antes que nada, espiritual, porque mi fe y mi amor en Dios son los que me dan el valor para referirme a asuntos sociales, para denunciar la injusticia política, mi fe me ha fortalecido." Autor de clásicos del reggae como "Cocody rock" y "Brigadier sabari", que se pueden escuchar en puestos de discos pirata del DF o París, Alpha Blondy está conciente del papel que tiene en África la figura del músico: una especie de juez que cuenta historias y propone soluciones para que los males no se repitan. "Tratamos de llamar la atención para que no se repita en mi país lo que sucedió en Ruanda, pero ese peligro está latente y es lo que más me preocupa. En ocasiones los políticos provocan tragedias, ya sea por estupidez o a propósito; están tan hambrientos de poder y son tan codiciosos que no les importa la gente, lo único que les importa es llegar a donde se manda". Religión, comentario social y un ritmo irresistible han hecho que este artista sea comparado con Bob Marley. Aunque su fama no alcanza a tanto, su trabajo lo hace un digno heredero del trabajo sembrado por el de Jamaica.





