Los gobernantes le tienen pavor a la comedia porque es el arma más efectiva, pero al mismo tiempo son muy tontos porque no les pasa nada. No les hace daño, que no se hagan", Roberto Gómez Bolaños habla por experiencia propia.

Antes de ser grabado, un libreto de El Chavo del Ocho pasó por las manos de los censores de RTC y regresó todo prohibido.

"Yo me enojé mucho porque el programa sólo hablaba de la historia de México de una forma graciosa. Por ejemplo, el profesor Jirafales preguntaba: ¿quién era el peor enemigo de La Corregidora? Y la Chilindrina contestaba: Su peinadora. Así que fui con Azcárraga Milmo y le dije que lo grabaría aunque tuviera que pagar la multa".

Azcárraga, presidente de Televisa, le dijo: "Grábalo y si viene una multa, yo la pago".

Finalmente, el programa salió como lo había pensado Gómez Bolaños y la multa no llegó.

"En política, la comedia siempre fue más trascendente que la tragedia, porque el humor pone en evidencia a los `mandamases`, por eso la soslayan".

Las bolsas del Dr. Chapatín

Hay gente que abre el baúl de los recuerdos. Los trágicos dicen que destapan la caja de pandora. Roberto Gómez Bolaños, en cambio, aceptó abrir la bolsa del doctor Chapatín.

Adentro se encuentra con una pregunta: ¿En qué número de departamento vivía doña Florinda?

"¡Ah, chihuahua! Ya se me olvidó, creo que en el 14, ¿o no?

En realidad, el creador de El Chavo se enfrentó en esta entrevista a tres bolsas de papel estraza, iguales a las que usaba el doctor Chapatín para "guardar el rencor", aunque también podrían parecer bolsas con tortas.

Una bolsa dice "Florinda Meza", la otra "Viruta y Capulina" y la última "CH". Gómez Bolaños pregunta a quién se le ocurrió la idea, se acomoda los lentes, se levanta para caminar y luego escoge: "A ver, ésta que es la más bonita".

Agarró la de Florinda Meza, la destapó y leyó la pregunta: ¿qué pensó la primera vez que la vio?

Se ríe. "Híjoles, ella estaba actuando un monólogo en Televisa San Ángel, lo hacía excelente. Fue muy difícil conquistarla, le mandaba flores, pero "nanay" de "nanay".

"Yo estaba todavía casado y era improcedente. Además, no quería abusar; el peor abuso que he conocido en cine, televisión y teatro es dar trabajo a cambio de cama. Es una infamia que se hace y se sigue haciendo en muchos lados".

Una vez abierta, la bolsa de Florinda Meza provoca el recuerdo de doña Florinda, cuyo número de departamento es una trivia que Gómez Bolaños no pudo contestar. "Ha de estar en el libro, creo que por ahí hice un dibujo", dice el escritor refiriéndose a El diario del Chavo del Ocho , publicado por Santillana con 20 mil ejemplares y que muy pronto será distribuido en Centroamérica y España.

Pero no, ahí tampoco dice.

Segunda bolsa

Gómez Bolaños miró las dos bolsas restantes. Rechaza "La CH" porque ya ha contestado muchas veces eso así que decide abrir a Viruta y Capulina.

Gómez Bolaños fue el guionista de cabecera de los comediantes. Su segunda película fue Angelitos del trapecio , que incluía la anécdota de una "agüita milagrosa" que brotaba con una palabra mágica. ¿Se acuerda cuál era esa palabra? Gómez Bolaños titubea, pero acierta: "¿Era parangaricutirimícuaro? Sí, esa era".

Además, la apertura de esta segunda bolsa sirve al escritor y comediante para hablar del humor: "Había quien criticaba a Viruta y Capulina porque decían que hay pastelazos, como si eso fuera algo malo. En primer lugar hay pastelazos en todos lados; en lo que han llamado alta comedia las agresiones verbales son pastelazos, nada más que no físicos".

Por supuesto, también defiende el humor de sus personajes. "No entiendo cuando dicen que El Chavo es humor blanco, ¿a qué se refieren?, que es decente, que no es picante. Yo nunca dejé de ser picante con El Chapulín Colorado, a él le gustaban las viejas... pero que no fueran muy viejas".

Tercera bolsa

Gómez Bolaños dice que en Televisa quien decidió quitar todos los programas de canal 2 fue Emilio Azcárraga Milmo. "Yo le fui a reclamar. Después de todo eramos amigos.. Luego se arrepintieron en Televisa y el programa ha ido regresando con Emilio Azcárraga Jean, a quien le pasó lo mismo que a su papá, porque nadie creía en él, pero ahora está dando una sorpresa.