Reviven su infancia con la obra `Generación Atari`
Inicia el juego. Algunos treintañeros dicen que nunca tuvieron un Atari en casa, pero eso no era motivo para que no conocieran la primera consola de videojuego en México que arrasó las diversiones al aire libre hacia un cuarto, frente a un monitor. Y es que algunos amiguitos de la infancia, según recuerdan esos treintañeros, tenían uno en su casa y aprovechaban las tardes para ir a jugar con ese niño, quien era el poderoso por tener dos controles que manipulaban los movimientos de las figuras en el aparato de televisión. Es así como los columpios, las escondidillas, andar en bicicleta, jugar a las canicas o a las Barbies quedaron desplazados, aunque no olvidados, por ese videojuego, que dentro de Generación Atari , obra que se presenta en el Foro Shakespeare los jueves y viernes a las 20:30 horas, encierra cuatro historias de un grupo de amigos que viven, disfrutan, lloran y crecen junto a la consola del Atari 2600. El autor de esta puesta en escena, Juan Ríos Cantú vivió su propio juego, y como Pacman tuvo que buscar otros caminos para no ser tragado por los fantasmas, ya que dentro del deseo de continuar con su proyecto que el fin de año pasado era apoyado por OCESA, recibió una carta por parte de Atari Inc., en la que le pedían no seguir utilizando el nombre de la marca. "Eso me sacó mucho de onda, porque cuando registré la obra pensé que no iba a haber problema ya que le había interpuesto la palabra Generación además de que creí que ya no estaba vigente la marca Atari". "OOCESA, nos ha apoyado mucho y dijo que teníamos que parar. Fue entonces cuando hablé con Frèdèric Martin, representante de Atari Inc. para América Latina, él leyó el guión y dijo que no había ningún problema, pero como precedente actualmente nos cobran 2 por ciento de la taquilla, es algo simbólico", expresó Ríos, teniendo con ello más puntos en su juego, ya que su proyecto sigue en pie, también gracias a la cooperación de los actores que participan en esta original puesta en escena. Y eso es con ayuda de los actores, quienes se identifican con ciertos momentos de la historia, "porque yo tuve un primo que tenía su Atari, iba a su casa y cada que lo que veía jugar se convertía en mi héroe", tal como confesó Del Valle. Es una historia divertida, que hace recordar los inevitables saltos simultáneos al movimiento de las palancas, las anécdotas de los amigos que en muchas ocasiones que quedaron en el olvidado, así como esa parte de la vida del ser humano en la que los problemas son como un juego y hasta que se es adulto, saben que fue realidad.
Bonus
Juan José Meraz, Yuriria del Valle, Rodrigo Cachero y Héctor Kotsifakis, son los actores que dan vida a esta puesta en escena, en la que además de mostrar su talento en el escenario, llevan al espectador a recordar fragmentos de su infancia, de los juegos, de las costumbres, del calzado o el uniforme que usaban en la escuela, o bien, los traumas infantiles que explotan no antes del intermedio.





