Tenía casi siete años, era 24 de marzo de 1976, día del golpe militar en Argentina; su vida y la de muchos compatriotas nunca más volvería a ser la misma. Su padre fue secuestrado, después torturado, baleado y finalmente incinerado; la mujer de su padre y su medio hermano desaparecen nueve meses después, ella fue asesinada y nadie supo el paradero del niño; él junto con su madre huye a Brasil; sin embargo, son deportados y radican por un tiempo en Villa Gesell para mantenerse a salvo; su abuela Matilde, activista del grupo Madres y Abuelas de Mayo, es secuestrada y torturada, pero sobrevive.

Esta es sólo una historia de cientos en Argentina, es parte de una biografía casi colectiva, parte de la vida de Gastón Moreira Gonçalves, bajista de Pericos, el grupo de reggae más importante del país sudamericano y cuyo capítulo de reencuentro con su hermano queda registrado en Botín de guerra (2000), documental de David Blaustein, programado en la Cineteca Nacional.

Esta cinta refleja, ante todo, la esperanza de cientos de argentinos por recuperar la identidad arrebatada, esa que la dictadura de Jorge Rafael Videla se obstinó en desaparecer como a todo aquel que representara una amenaza para el sistema.

Gonçalves nació en 1969 y tiene muy frescos todos los recuerdos de lo que fue la dictadura militar que concluyó en 1983.

Con voz segura, relata la situación que vivió su familia : "Claudio y yo somos hermanos por parte de padre. La madre de mi hermano y mi padre eran docentes, alfabetizaban a adultos y ayudaban en los barrios más humildes que en la época de la dictadura era visto como subversivo.

Ellos militaban en una agrupación llamada Montoneros y cuando el golpe militar, ese mismo día mi padre desapareció; la madre de Claudio fue asesinada en un enfrentamiento militar junto con otras dos parejas con dos hijos. Claudio, quien originalmente se llama Manuel Gonçalves , es la única persona que sobrevivió".

Marcados de por vida

El bajista asegura que las expresiones artísticas en lugar de verse afectadas se fortalecieron: "algunos se exiliaron, pero nunca pararon porque siguieron grabando y expresando sus sentimientos, cuando vuelve la democracia hay una explosión cultural muy grande en Argentina y desde entonces hay un crecimiento". Y confirma: "Toda la gente que tiene mi edad ha quedado marcada seriamente, yo en lo personal le tengo mucha idea a todo lo que tenga uniforme, no confío nada, lo repudio, igual con los políticos porque el golpe militar también estuvo bastante acompañado de lo que era la dirigencia política". Actualmente, las marchas por la causa cada vez son más grandes. "En marzo pasado fueron 80 mil personas y hay muchos jóvenes que ni siquiera habían nacido en esa época que se han vuelto a interesar en la historia, la gente se siente identificada, mientras uno mantenga la memoria viva las cosas no van a volver a suceder".

Una abuela ejemplar

Gastón encontró a su medio hermano gracias a la labor de su abuela Matilde. Son las abuelas el grupo más sólido que ha emprendido la lucha en la recuperación de la identidad, en la búsqueda de sus nietos e hijos desaparecidos. "Ella tenía todo un trabajo de investigación que fue a dar a muchos organismos de derechos humanos y cuando se juntó con el equipo de antropología forense ellos tenían datos que coincidían con la búsqueda de mi abuela, así ubicaron a mi hermano que ya tenía 18 años, iba a venir a unas elecciones a votar, con el padrón de elección se podía encontrar el lugar de residencia y simplemente el antropólogo fue a su encuentro y todo salió bien porque no siempre es así, a veces se tiene la mala suerte de que está con la familia de los apropiadores y si se puede con los asesinos de sus padres, es una cuestión muy conflictiva porque por ahí lo trataron bien, pero luego se encuentra con que está con alguien que mató a sus padres biológicos. Él fue adoptado de buena ley, sin saber su origen y por suerte lo criaron con mucho cariño y es una familia muy adorable". Ahora está terminando el trámite para recuperar su apellido, aunque Gastón desconoce con qué nombre quedará: Manuel Gonçalves , Claudio Novoa o la combinación de ambos.

El llamado de la sangre

"Cuando lo encontré sentí una gran alegría. Estábamos de gira en España, nos llamaron para avisarnos que habían contactado con él y por un par de pequeños indicios uno tenía esperanza de que todo estuviera bien porque éramos fans del mismo cuadro de futbol y era fan del grupo en el que toco yo. Lo nuestro fue amor a primera vista, la primera vez que nos encontramos no nos conocíamos y sin embargo estuvimos como ocho horas seguidas sin parar de hablar, al mes me fui a grabar con mi banda a EU, se vino conmigo, pasamos un mes juntos y hasta hoy e seguimos haciendo como un curso acelerado de los años que no estuvimos juntos".

Músicos unidos por la causa

La relación directa con el caso de las abuelas de mayo y los niños arrebatados a los padres que fueron secuestrados y asesinados tiene que ver con la participación de Pericos en Botín de guerra , en la que participan otros grandes de la música nacional, incluso el uruguayo Jorge Drexler realiza la música del filme. "Hay muchos músicos que se han acercado por un sentido común a abuelas, cuando se unieron a la banda tenía mucho que ver que me conocían a mí, y de nosotros salió invitar a una serie de músicos que respetamos mucho y con quienes tenemos un vínculo amistoso para hacer algo más en conjunto, nos acompañaron: Gustavo Cerati, Ataque77, Cordera de la Bersuit y Pedro Aznar". El cierre inolvidable del documental es precisamente con la interpretación de todos ellos de un tema de Pericos titulado: "Sin cadenas".

Aunque la historia de Gonçalves no se escapa del dolor de la pérdida, hoy su vida es de felicidad.

Pericos llegó a México para presentarse en el Festival Vive Latino que se realizó este fin de semana en el Foro Sol; en julio harán una gira en nuestro país y Estados Unidos, en agosto presentan su nuevo disco: Todos contentos . Para mayor información sobre el tema Abuelas de Mayo: http://www.abuelas.org.ar