Era un día normal en Monstruópolis, y en el Auditorio Nacional, hasta que una niña ingresó a la fábrica de Monsters, Inc. y lo contaminó todo, asustó a los monstruos, y sobre todo patinó, el martes en el espectáculo de Disney en hielo que inició una temporada de al menos 48 funciones.

La pequeña Boo, el gigantesco monstruo azul Sulley, y el cíclope enanito Mike Wazowski, se reunieron con los distintos personajes de la cinta, como Randall, Fungus y Waternoose, y robaron gritos, risas e incluso llantos, a monstruitos de otro tipo acompañados por sus papás, los cuales ocuparon alrededor de 6 mil 500 butacas, cuando el lugar fue acondicionado para 7 mil 500.

Para sorpresa y gusto del público infantil, la bienvenida la dieron Mikey Mouse y Mimi, deslizándose sobre la pista de 48 por 21 metros, para cortar el listón, acompañados por Belinda.

Poco a poco aparecieron los cerca de 25 monstruos diferentes, que, a diferencia de cualquier otro ser desmesurado en tamaño o fealdad, no provocaron extrañeza o rechazo sino simpatía y asombro, debido a los disfraces.

Entonces se contó la historia de los seres que asustan a los niños desde la puerta del clóset para obtener la energía que mantiene a Monstruópolis, y de la niña que los asusta a ellos cuando ingresa a esta ciudad; aunque podría ser requisito para que papás y niños no pierdan la trama, ver la cinta antes.

Uno de los momentos que más atrapan la atención de los niños durante el espectáculo es la persecución en las puertas. Esto inicia desde la pista, cuando Boo y Sulley escapan del malo Randal en medio de las distintas entradas a las habitaciones de los niños, y sigue en puertas que cuelgan y giran desde el techo del escenario.

Además del boleto, cuyo costo va de los 60 a 500 pesos, los padres deberán ir preparados debido a que en la entrada del Auditorio se venden distintos productos que serán exigidos por los niños, como tazas (110 y 130 pesos), peluches (110), muñecos de plástico (110), Boo (330), camisetas (180), Sulley luminoso (200), popotes (20) y espadas (180), entre otros.

Se vende también un Sulley de peluche en 260 pesos, que afuera, sobre Paseo de la Reforma y en medio de productos más baratos y con una calidad de mayor artesanía callejera, se ofrece a 450; aunque la diferencia podría ser que los segundos incluyen la figura de su compañero, Mike Wazowski.