Representar artistas puede resultar uno de los trabajos mejor remunerados, aunque al mismo tiempo se convierte en uno de los más caros, por el precio que se paga y por la soledad en la que viven los managers.

Mientras unos, como Jorge Mondragón (Caifanes, Diego Luna y Gael García) y Rosy Pérez (Flans y Susana Zabaleta) confiesan que sacrificaron su vida por el trabajo, otros como las hermanas Tina y María Eugenia Galindo (Daniela Romo, Joan Manuel Serrat y Timbiriche) argumentan que fueron las circunstancias las que las dejaron en una soltería que ahora ya no les preocupa.

En una serie de entrevistas con algunos de los representantes más importantes del país, ellos mismos cuentan sus experiencias, como Toño Berumen (Fey y Mercurio), quien asegura que las ganancias pueden ir de 10 hasta 50 por ciento por contrato.

Si se toma en cuenta que los representantes son la guía para los artistas, entonces parte fundamental de sus éxitos, tropiezos y fracasos se los deben a ellos, quienes se convierten en su sombra.

Comparten éxito y fracaso

Antonio Berumen, representante de artistas como Menudo, Magneto, Fey, Kairo y actualmente Danna Paola, tiene dos reglas básicas para trabajar: "Cero drogas y se hace lo que yo digo, porque para eso soy su representante.

"Sobre todo si son menores de edad, pongo mucho cuidado en eso (drogas), pues a pesar de que el trabajo tan cercano te convierte un poco en padre y madre; siempre he dicho que soy manager , no niñera."

Para Berumen, el accidente de Richi, donde la hélice de un avión cortó los dedos de su mano, ha sido de lo más difícil en su trayectoria como representante, "por la responsabilidad, por el shock, por muchas cosas".

Berumen fue el único entrevistado que comentó: "De cada contrato que se firma con el representado, el porcentaje para uno puede ser desde el 10 hasta el 50 por ciento . Hasta cierto punto, el artista y el manager nos convertimos en socios.

Y de la gente más difícil con la que ha trabajado, mencionó a Tierra Cero.

"Como ya eran mayores de edad, bueno pues para todo cuestionaban y ponían alguna objeción", aunque como el propio Berumen lo dice: "En la viña del Señor hay de todo, como artistas sumamente conflictivos con los que no trabajaría por nada del mundo".

De las satisfacciones más importantes, "saber que parte del éxito del artista es tuyo, de ahí también te toca un porcentaje".

Berumen nació en el DF, estudió Mercadotecnia y Publicidad en Nueva York. Trabajó en Polygram y en Melody. En 1981, de la mano del empresario Ignacio Morales firman uno de los contratos más importantes de aquel momento, con el grupo Menudo, así se volvió manager de ellos y comenzó su carrera.

Cuando se acabó Menudo, llegó Magneto, uno de los grupos más importantes para aquel momento que sin duda a todos los involucrados les dejó buenos dividendos.

Entre la gente que ha manejado están: Mía y Matías, Magneto, Arturo Vázquez y Marisela.

A cada una de esas carreras les ha dejado un poco de él, porque "cuando trabajas lo más importante es eso y bueno, si sacrificas algo, ni modo, al grado que sigo soltero y no tengo hijos, al contrario muchos sobrinos y una familia maravillosa con la que me divierto".

Confesó que hubo varios intentos de matrimonio. Sin embargo, se frustraron, incluso uno de esos, porque mi novia murió en un accidente. Claro que se vive en soledad, por eso decidí apegarme más a la Iglesia y a algunas obras de beneficencia como programas con madres que padezcan SIDA, orfanatos y asilos de ancianos".

?Hay que dar la cara por ellos?

Para María Elena Galindo, pieza clave en la formación de artistas como el propio Joan Manuel Serrat, lo más importante de un representante es: "Dar la cara por ellos, cuidarlos para que siempre sean los buenos y, sobre todo, darles el valor que tienen".

La carrera de esta mujer, como manager comenzó hace 32 años cuando un amigo que es cantautor, le dijo: "¿Por qué no me ayudas a conseguir unas fechas. Le dije, bueno y, mira, a la distancia se convirtió en Joan Manuel Serrat. Después, en 1979 trabajando en Televisa llegó a México el grupo infantil más famoso de España llamado Parchís. Bueno, pues entonces se me ocurrió proponerles a los ejecutivos crear un grupo similar, pero mexicano; buscamos el nombre y me vino a la mente Timbiriche, un juego que sólo se practica en México y así nació esta banda tan famosa y con ella la primera generación del Centro Educación Artista de Televisa.

"Luego, en 1986, un joven de nombre Manuel Mijares me pidió que le armara unas presentaciones de prensa y, bueno, así le conseguí que interpretara `El soñador`, con el que ganó el tercer lugar de aquel año, en el Festival OTI.

"Recuerdo cuando lo conoció don Emilio Azcárraga Milmo le dijo que se quitara el Manuel y sólo se dejara Mijares (ahora, quiere que lo llamen con nombre y apellido). En aquel momento, Daniel lo apoyó mucho, porque las primeras presentaciones oficiales fueron con ella".

María Elena es un ejemplo más de que los representantes invierte más en el trabajo y se quedan sin formar una familia. Sin embargo, ella asegura que no le pesa y que a pesar del trato tan cercano con Joan Manuel Serrat, nunca se enamoró de él.

"Creo que si me hubiera enamorado de él, hubiera sufrido mucho, pero afortunadamente no fue así. Lo cierto es que llevamos una relación tan estrecha que en un principio su esposa moría de celos, hasta que lo fue entendiendo poco a poco", concluyó.

Rechazó representar a Luismi

Ernestina Galindo, mejor conocida en el medio artístico como Tina Galindo y más aún, como la mano derecha de Daniela Romo, quería ser periodista, "siempre me gustó la política", dice; en cambio, la vida la llevó por otros caminos y cuando era joven, comenzó a estudiar actuación con el maestro Dimitrio Sarraz.

"Ya son 21 años de trabajo con Dany", como cariñosamente la llama. En este tiempo han compartido triunfos, descalabros y hasta momentos angustiosos, "como el día que nos encomendamos a Dios porque pensamos que íbamos a morir. Volábamos de París a Luxemburgo y, bueno, cayó una tormenta que casi voltea el avión".

Antes de que comenzara a manejar la carrera de Daniela, producía teatro; de hecho en ese medio comenzó como asistente del productor Jorge Estévez. "Yo no tenía experiencia y José Luis Gil, quien entonces representaba a Daniela le dio la orden a ella de que me aceptara como parte de su equipo", lo que resultó un éxito.

Entrevistada en sus oficinas de Reforma, Galindo recuerda que en 1983 le ofrecieron manejar la carrera de un niño llamado: "Luis Miguel, pero en aquel tiempo dije: `No, yo no voy a lidiar con niños y menos con su papá que se quería meter en todo`", así que declinó la oferta.

Tina cuenta la anécdota del entonces manager de Luis Miguel: Hugo López. "Fue quien le consiguió su primer contrato de muchos ceros. De hecho, Hugo trabajaba en Televisa y un día se paró frente al señor Azcárraga Milmo y le dijo: `Señor, quiero comprarme un avión con el porcentaje que me tocó de ese contrato y se lo digo para que no vaya a pensar que estoy haciendo cosas malas en la empresa`".

Tina y la Romo siempre han estado bien ubicadas en tiempo y espacio. "Sabemos que tuvo una etapa muy importante donde vendió muchos discos y fechas y tal, pero también supo aceptar cuando ya no podía ser la protagonista de las telenovelas y entonces dio el paso a primera actriz, pero esa labor también es responsabilidad de un representante, "decirles que el éxito no dura siempre".

Aunque Galindo no quiso revelar su edad y, al contrario, soltó una carcajada cuando pensó que se le cuestionaría, confesó que es soltera, gracias al destino.

"Soy soltera y vivo sola, pero por decisión propia. No pienso que haya sido un sacrificio, simplemente fue por circunstancial. De hecho tuve un novio con el que me iba a casar, pero desgraciadamente murió antes. Aprendí que hay cosas que no están en tu destino. En cambio, en la parte laboral aprendí que muchas cosas son por intuición."

Sin vida propia

Rosy Pérez no se considera representante, ni manager , para eso estudió la carrera de publicidad, "para ser promotora y publicista de propuestas para la imagen de los artistas, que es de lo que carece mucha gente del medio". Así creó Con... Secuencias, la primera agencia establecida en México, de publicidad y posicionamiento de imagen. También, reconoce que fue víctima de la soledad que aqueja a la mayoría de quienes ejercen esta profesión.

Rosalía Pérez Navarro, como es su nombre de pila, es originaria de Oaxaca. Con pocos años y muchos sueños en la bolsa, llegó a México para estudiar la licenciatura en publicidad y cuando menos se lo esperaba, a los 17 años ingresó al medio artístico, primero como asistente del director de un semanario de espectáculos y luego como correctora de fotonovelas.

Siempre le gustó la fotografía. Sin embargo, dio el paso a reportera de espectáculos en 1978, en la desaparecida agencia informativa Lemus. Bajo la filosofía de que pasa lo que tiene que pasar, un día fue a entrevistar a Christian Bach y durante la plática la actriz la invitó a llevarle las relaciones públicas, lo que significó su primer paso como publicista y promotora.

"A los 20 años ya era gerente de prensa de Televisa, pero seguía con las relaciones públicas; me acababan de ofrecer la edición de Teleguía y una colaboración en EL UNIVERSAL, lo que se dificultaba, porque no podía ser ejecutiva y crítica al mismo tiempo, así que decidí quedarme sólo con Teleguía . La verdad mi inquietud era muy grande y eso me permitía aplicar estrategias como publicista".

Una de sus mejores experiencias fue haber sido parte creativa del grupo Flans.

"¡Guau! Eso viene a ser mi examen profesional y a pesar de los problemas que hubo después con Mildred Villafañe (dueña del nombre), la principal creativa, siempre le estaré agradecida de que me haya invitado."

Pero no todo fue bueno. Rosy reconoce que incluso "me olvidé de mí misma, por ese proyecto. No tenía vida propia, no había familia ni amigos, todo era Flans y Flans. En ese momento lo que más añoraba era estar creando y Rosy Pérez no existía Me di cuenta que no tenía una pareja, que estaba sola y que llegaba a mi casa a dormir sola. Lo que hice fue detenerme y organizarme para darme más tiempo a mí, así que delegué responsabilidades en Con... Secuencias, dejé de ser tan aprehensiva en mi trabajo, porque de pronto pensaba que las cosas no salían bien si no las supervisaba yo.

Actualmente, Rosy Pérez representa, a través de su empresa, a Susana Zabaleta, Ilse Ivone y Mimí, Regina Orozco, Cox, Daniel Gutiérrez (Gusana Ciega) y Maya Zapata.

Mondragón es de los envidiados

De 39 años de edad, Jorge Mondragón es uno de los representantes artísticos más envidiados en el medio, tal vez por tener entre sus filas a los dos actores de cine con mayor internacionalización, Diego Luna y Gael García.

Estudió la carrera de actuación en el instituto "Andrés Soler", de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), donde su padre, también de nombre Jorge Mondragón, fue uno de los fundadores.

"Siempre he estado ligado al espectáculo. Mi madrina de bautizo fue Dolores del Río y el padrino de mi hermana fue Cantinflas.

Terminé la prepa y quise ser actor, entonces estudié la carrera y de pronto hice algunas cosas como extra en El maleficio y La carabina de Ambrosio , pero como me di cuenta de que si no eres guapo no la haces, así que me dediqué a vagar durante dos años y organizando fiestas con un sonido que tenía."

A partir de ese momento, el destino fue llevando a Mondragón hacia la creación de bandas como: Caifanes, Neón, La Lupita, Los Héroes del Silencio. También le tocó desarrollar a gente como Miguel Mateos, La Ley, Molotov, Café Tacuba y Moenia.

Siempre ha aceptado trabajar en los proyectos que creé, "porque si no, no puedes ser tan convincente en lo que haces", así que cuando le ofrecieron manejar la carrera de Pablito Ruiz, declinó la oferta.

Este solterón empedernido, como suele pasar con la gente que se dedica a la representación artística, ha tenido suerte o tal vez sólo cosecha lo que siembra, porque ahora es el represente de Gael García y Diego Luna.

"Es una suerte estar con estos chavos que tienen un criterio y una inteligencia para decidir, brutal. De pronto, sólo les doy mi opinión y les digo lo que pienso, porque ellos ya tienen claro lo que quieren."

Una de las confesiones de Mondragón fue que estaba cansado de manejar grupos musicales, porque ahí había poco o nulo lugar para su vida personal.

Por último, Jorge dejó en claro: "Hay gente que me llama, pensando que porque yo los voy a manejar van a ser famosos y eso es una mentira, porque si no tengo talento para ofrecer no hay nada y el talento artístico es de ellos."