Cerati alucina en México
Buscador incesante de respuestas que satisfagan sus dudas existenciales, Gustavo Cerati considera a México como un sitio generoso en el que ha encontrado bebidas y plantas con las que ha vivido experiencias profundas de depuración espiritual. Creador de temas imprescindibles del rock latinoamericano, el argentino explica que estos "viajes al interior", sumados a los que ha tenido con otras sustancias alucinógenas en su país, han sido una interesante fuente de inspiración y punto de quiebra en su vida. Vía telefónica desde Buenos Aires, el ex líder de Soda Stereo habla de alucinógenos, pero también de su camino como solista, y reconoce que le gusta nutrirse de las ideas de gente valiosa, sin egos de por medio. ¿Cuál ha sido tu relación con alucinógenos mexicanos? Variada, aunque con el peyote aún no ha habido ninguna relación, pero sí con otras cosas. En ese aspecto, México es muy generoso y estoy descubriéndolo poco a poco. En principio, mi relación con México tenía que ver más con lo musical, pero después fue más allá de los conciertos. "He experimentado cosas en la selva, en el Pacífico, en Oaxaca. Me falta lo del peyote y en algún momento quiero hacerlo, pero se necesita tiempo para encontrar el tuyo y hacerlo como se debe. "Le tengo mucho respeto a este tipo de experiencias, no lo veo como un `rave`, para mí es algo que tienes que experimentar de una manera espiritual, porque culturalmente tiene ese peso y es como mejor funciona. Me resulta muy interesante y hay mucha gente que me habla de esa experiencia. Yo tuve algunas en otros lugares con plantas similares al peyote y fueron grandes momentos de depuración en mi vida, entiendes, un montón de cosas que te sirven para limpiar, para retomar y ver las cosas desde otro punto." ¿Con qué otras plantas o sustancias de México has experimentado? Con hongos y otras cosas que no sé ni de dónde vienen (risas). La tierra de México tiene cosas muy fuertes; una vez me tomé un pulque y es una de las bebidas más alucinógenas que he tomado hasta ahora. ¿Has trasladado esas experiencias a tus canciones? Hay una canción absolutamente dedicada a esto que se llama `Planta`, del disco Sueño stereo . En esa época tuve experiencias muy fuertes, algunas con sustancias químicas como el San Pedro, que es muy parecida al peyote, pues es un cactus también y me dicen que tiene un efecto similar. "En Argentina hay algo que se llama ayahuasca, que es otro tipo de experiencia; es una liana de la zona del Amazonas, es poderosa e introspectiva. "Cuando tuve una serie de experiencias con estas sustancias, resultaron en muchas de las cosas que aparecieron en Sueño stereo . Hasta el día de hoy tengo recuerdos muy inspiradores de eso, sobre todo cierta conciencia cósmica, eso lo heredé de esa vivencia. A veces se traslada a una canción entera o a veces a una frase, un video, una imagen sola. Siguiendo con esto de las experiencias, pero ahora en lo musical, últimamente has experimentado mucho con jóvenes. ¿Qué sacas de esa vivencia? Me contagian su juventud y eso me rejuvenece, pero también hay un efecto competitivo que es muy atractivo. "No me importa si son jóvenes o no, esa no es condición para que me alíe con alguien, es más bien cuestión de talento y energía; cuando me enfrento a algo así, me sirve para mejorar. Si no tienes otro referente y te crees la raíz de la música, no te queda mucho tiempo de vida." Ya van seis años del inicio oficial de tu carrera como solista, ¿cómo has asimilado esta experiencia? Cuando estás en un grupo, tus decisiones necesariamente afectan a los otros, y cuando estás solo te haces cargo de ellas y es una liberación, sobre todo cuando estás en un nivel crítico dentro de un grupo y tus decisiones traen más complicaciones. "Cuando todos tiran para el mismo lado es fantástico estar en una banda. Aún hoy siendo solista no me siento tan solo, porque toco con amigos. Me gusta socializar, porque me inspira, me lleva a lograr mejor música. "Lo peor de ser solista es que los dardos apuntan directamente hacia ti y te pegan a ti, no tienes nada para compartir entre tres, como en el caso de Soda. Pero era lo que yo necesitaba y, bueno, a esta altura de mi vida no me tomo las cosas tan en serio."