Puños rosas , película mexicana dirigida por Beto Gómez, terminó de filmar el viernes pasado en la ciudad fronteriza de Matamoros, para dirigirse a Brownsville, California, y será para el 22 de junio cuando regresen a la ciudad de México a terminar de rodar el largometraje que se estrenará el próximo año.

Durante una semana aproximadamente la producción se dirigió a Matamoros, lugar en el que vivió su infancia el director, y filmaron una de las escenas más importantes de la película en donde Jimmy (Rodrigo Oviedo) protagoniza una pelea en una arena de box, ubicada en las calles Zaragoza y 10, en el centro de Matamoros, que provocó que ese lugar cambiara radicalmente su forma de vida, debido a que se volvió "más segura, por la presencia de toda la producción", según dijo una persona que habita en la zona.

Más de 350 extras, que por salir en la película trabajaron jornadas de más de ocho horas en dos días consecutivos, fueron quienes hicieron el ambiente de la arena, ya que un grupo de jóvenes a quienes denominaban como "La Porra", no dejaban de lanzar comentarios graciosos o echar piropos a las jóvenes matamorenses que se dieron cita en el lugar, así como poner apodos a algunos integrantes de la producción, que hicieron que, a pesar de seguir sentados pasadas las cuatro de la mañana, todos los que estaban en la locación se rieran y se olvidaran por momentos del cansancio.

Su trabajo, del otro lado de la frontera, será en lugares como el Aeropuerto de Brownsville, la Isla del Padre, el Cine Capitol y el río Bravo, para continuar tejiendo esta historia producida por Videocine, Plural Entertainment y Fidecine.

Puños rosas encierra en su trama a Jimmy, un joven que boxea y simultáneamente trabaja en la funeraria de su padre, cuya clientela habitual se relaciona con frecuencia con los crímenes de las mafias de Matamoros.

El joven conocerá a Germán Corona (José Yenque) y lo volverá a ver en la prisión, en donde su amistad se convierte en una historia al filo de la navaja.

Germán tiene aliados, entre ellos a Álvaro Ruvalcaba (Adal Ramones), el abogado que lleva los asuntos legales de la Güera Rodríguez (Isela Vega), quien se hace cargo de un negocio ilícito y es suegra de Germán.

Un final oculto e inesperado encierra a este filme, que describe Beto Gómez como "una historia de gángsters menores de la frontera de México, pero con una visión universal y en la que se verán reflejados los espectadores. Un mundo de sentimientos cruzados". En este también actúan Jesús Ochoa, Jaime Camil, Cecilia Suárez y Randy Vázquez, entre otros.