Adriana Roel revela al amor de su vida
Actriz en cuerpo y alma se sincera por no ser también productora, y con sus 45 años de trayectoria, Adriana Roel le dice a los nóveles artistas: "En esta carrera se van a dar de topes si sólo se escudan en la belleza y la juventud", al tiempo que la ganadora del Ariel en 1979 por Anacrusa , dicta sus Monólogos de la vagina desde hace dos años, tres meses. Apasionada del cine y el teatro, Adriana Roel sonríe cuando recuerda sus andanzas juveniles a inicios de los 60 cuando, en medio de las filmaciones, no le importaba empaparse con minifalda de por medio a bordo de una motoneta que causaba los consejos cuasi paternales del productor Gregorio Wallerstein: "Debes comportarte de otra forma". Hija única, con tres matrimonios a cuestas, sin hijos de por medio, Adriana se sabía actriz desde que comenzó en teatro infantil con los maestros Wagner y Novo, que la marcaron en las artes escénicas, consiguiendo una beca para estudiar arte dramático en París. Pese a nunca conocer a mi mamá tuve una familia que me apoyó en todo momento. Viví con varios tíos y primos hermanos que me ayudaron a no sentir soledad. Mi papá se volvió a casar y yo crecí en un hogar feliz. ¿En tus inicios perteneciste a la llamada juventud rebelde? Mi debut cinematográfico fue en La cigüeña dijo sí , con Libertad Lamarque y Julio Alemán. Era una época de cambio y éramos rebeldes porque se gestaba una revolución social y sexual. Se trataban en las películas las problemáticas sexuales, pero todo de manera muy velada, no como ahora. Con el tiempo participé en varias cintas que me dejaron gratos recuerdos, como Anacrusa , de Ariel Zúñiga, donde aparezco como una profesora universitaria que cobra conciencia social al ser secuestrada y asesinada su hija por fuerzas represoras. Fue una película independiente por la que gané el Ariel. Otra cinta fue De muerte natural en 1984, dirigida por Benjamín Cann, y que García Riera la definiría como "un Fuenteovejuna de la colonia Guerrero" de la ciudad de México. En teatro has tenido temporadas memorables, ¿qué obras recuerdas con especial cariño? Una obra de temática fuerte para su época fue Todos eran mis hijos , pero también cintas como La dama de pan de jengibre , Alfa-Beta , Juego de reinas , Sonata de Otoño , Rita Julia , también dirigida por Cann, al lado de Marta Aura y Bruno Bichir, una puesta en escena estricta y de calidad. Claro que para cada artista todas las obras son las más importantes, la más fascinante. Aunque pocas, también he participado en comedias. Mi primera obra fue en Los frutos caídos , y recuerdo Adorables enemigas , donde sustituí a Marga López. Es delicioso escuchar las risas del público. Quizá me falte hacer tragedias griegas. Sólo recuerdo Troyanas , donde estaba en el coro. Como productora participé en Recordando el pasado , Las criadas y Preferiría que no . (Risas). Siempre me han atraído los hombres inteligentes, con sensibilidad, y por supuesto, por su físico. Debo decir que el gran amor de mi vida nunca fue mi esposo. Se llamó José Luis González de León, un director de cine ya fallecido. Así es la vida. ¿Qué has encontrado como actriz en ?Los monólogos de la vagina?? Reacciones sensacionales de mujeres y hombres. Ambos sexos nos conocemos muy poco. Me encanta la estructura dramática de la obra porque permite tener invitados y una compañía alternante, con lo que el público ve una representación distinta. Roel, dueña de la escena, tiene una petición: "El público es indispensable y les pido no dejen de asistir al teatro, es un espacio vivo y dinámico, y a quienes me siguen mi mayor agradecimiento".
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