El Tri, el rey de Huatulco
BAHÍAS DE HUATULCO, Oaxaca.? Segundo día de conciertos y Playa Chahué sintió lo que es vibrar con Alex Lora, y bailar, sufrir y corear con Elefante, Elinor y Los Tetas. Todos ellos ofrecieron la última velada musical en este destino turístico donde también se comprobó que Huatulco trató a "los paquidermos" como príncipes, pero definitivamente El Tri es el rey en este estado sureño. Poco a poco entró en calor la noche fresca, relajante, minutos antes de las 21 horas, en el audio, la advertencia, la súplica: "hagan el favor de controlar sus impulsos y no arrojar ningún objeto al aire y menos al escenario". Doscientos elementos se encargaron de hacer cumplir esta petición. El grupo oaxaqueño Elinor, con más ganas que talento, dio una breve muestra de lo que es el poder sureño del rock: 20 minutos, cuatro canciones, apenas arrancó un aplauso de la gente, su gente; letras básicas, sin pretensiones, arreglos vanguardistas, pero cortos para el nivel musical que se desarrolló en este festival de Música por la Tierra. Agradecimiento a su público, al comité organizador y dejan el récord de ser la primer banda de Oaxaca de participar en este festín músico-ecológico. Inmediatamente después, el calor, el hip hop, el funky chileno, Los Tetas, una banda que dejó, de entrada, una más que buena impresión entre el público, que al menos incitó a bailar. Temas más pegajosos, letras más comunes, sonidos de moda. El tiempo necesario para dejar ver las estrellas, refrescarse con la brisa del mar y dominar un poco el espacio sobre la arena; cinco o seis canciones, nadie pidió más, un fuerte aplauso y sobre el escenario, los conductores de Telehit, quienes hacían tiempo, cotorreaban con la gente. Antes, el presidente municipal, una vez más sobre el escenario, pero ahora era diferente, ya no era para pedir una disculpa pública, sino para hacer oficial que Aleks Syntek recibiría un reconocimiento especial como "protector ambiental e invitado distinguido de Huatulco". Chiflidos y porras, vivas y abucheos, sentimientos encontrados, en favor del músico, en contra del ejecutivo municipal, quien presto y experimentado dio trámite rápido al anuncio. Después, una auténtica estampida, Elefante salió a hacer la faena y por espacio de casi una hora lo cumplió, cabal, positivamente, pues la gente de Oaxaca, Huatulco, Puerto Escondido, del sur de la República enseñó que sabe, y bien, todas sus melodías. "La condenada", "El abandonado", "Así es la vida" y "Milagro de amor", entre otras, parecían haberse llevado la noche; sonido con ligeras fallas, dominio del escenario de forma magistral, Reyli, el vocalista, comulgó con los más de dos mil asistentes. Pero lejos de ser una sorpresa, 15 minutos después apareció el rey: El Tri. La banda rocanrolera no sólo los movió, sino que también los insultó, los provocó, los alabó, los exaltó, los hizo suyos desde el principio hasta el final y al más puro estilo de Alex Lora, Huatulco y sus autoridades corearon y vitorearon clásicos del rock and roll mexicano, "Metro Balderas", "ADO", "Oye cantinero", "Triste canción de amor" y un himno en este estado, un mito a quien hizo una canción: "María Sabina". Lora hizo lo que nadie en su primer visita a este destino turístico: puso a bailar de "ladito" a todo mundo, hizo que brincaran, que aplaudieran, y en honor de la "vaquita marina" y todos los animales sacrificados por la avaricia del hombre: "un minuto de desmadre", y sus "querubines", obedientes, lo realizaron. Pero como todo principio tiene un final y éste llegó poco después de la una de la mañana, Lora había cantado temas de amor, de rock and roll, ecológicos y de personajes; Lora se despedía y la gente, necia, impedía que se fuera, un tema más, luego otro y otro, parecía que no se iba y de pronto, el final, tuvo que llegar.





