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Lyn May está cansada y dice adiós a los espectáculos

Heriberto Jiménez| El Universal
Domingo 07 de julio de 2002
Confiesa que rechazó oferta millonaria para hacer películas XXX en Estados Unidos Heriberto Jiménez

Icono del cine de ficheras, Lyn May dice a EL UNIVERSAL que después de 30 años de trayectoria en el espectáculo, llegó a la conclusión de que es hora de colgar los vestidos de noche para retirarse de los escenarios y vivir tranquila en Nueva York con sus hijas.

"La razón es que me canso de maquillarme, de andar aquí y allá, además me da miedo la inseguridad de México."

Durante la charla en su casa, Lyn May habla de algunos secretos que nunca ha contado a la prensa, como la invitación que recibió de varios productores estadounidenses para hacer películas pornográficas, quienes en más de una ocasión le ofrecieron un contrato por más de 300 mil dólares, allá por 1983.

Lyn May sigue manteniendo un cuerpo escultural y afirma que por ella no pasan los años. "Tengo la misma cintura que hace 30 años, pero a base de sacrificios como tomar agua natural, comer carne asada y en la noche una gelatina, ¡sólo para valientes!" Fue en 1974 cuando hizo su primera película, Tívoli , y a partir de ahí le siguieron muchas que fueron auténticos éxitos de taquilla.

"Poca gente lo sabe, pero yo también produje películas y obras de teatro. Le entré con dinero y me llevaron al baile. Estaba jovencita y me vieron la cara; me robaron."

Para Lyn May incursionar en el cabaret y el cine de ficheras no fue sencillo, porque ya era madre de familia a los 14 años, y varias veces se privó de los lujos que muchos le ofrecían a cambio de algo más.

"Yo tuve la suerte de ganar mucho dinero como actriz y vedette. Mi belleza es muy especial y por ser exótica, el público masculino me iba a ver al burlesque. Tuve a mis enamorados, y algunos me regalaban abrigos carísimos, al igual que joyas."

Y precisamente de sus enamorados nos habla, entre ellos estuvieron Emilio Indio Fernández y Carlos Amador, a quienes describe como seres excepcionales.

"Tuve muchos enamorados, todos elegantes, caballeros y otros muy guapos. Yo era muy sexy y proyectaba mucho en el escenario, entonces era obvio que los hombres se me acercaran."

Como auténtica estrella de los 70, Lyn May recuerda que cuando se estrenaba una cinta de ficheras, los cines agotaban sus localidades.

"El secreto fue que muchos mexicanos se reflejaban en esas películas. Era un cine muy especial que gustaba por sus historias, sus desnudos y esos cuadros musicales de la Sonora Santanera. Pese a quien le pese, el cine de ficheras es parte de la historia del cine mexicano.

"A mi constantemente me publicaban en las portadas de las revistas y de los periódicos amarillistas. Se hacía mucho escándalo de mi físico, porque repito, mi belleza es única y rara. Es más, creo que las chicas de hoy son todas iguales."

Originaria de Acapulco, Lyn May es una artista que se mantiene en forma por su dieta. Pero también ha recurrido a las cirugías. "Estas se tienen que hacer con cuidado, porque yo tuve una experiencia mala y ya me estoy recuperando".



La millonaria tentación

Ya siendo famosa, fue a principios de los 80 cuando dos productores muy importantes de Estados Unidos la invitaron a actuar en el cine pornográfico.

"Mi novio, Carlos Amador, tenía muchos negocios, entre ellos cines donde se proyectaban películas XXX. En una ocasión él trajo a la famosa actriz Linda Lovelace, quien en 1972 hizo una de las primeras cintas pornográficas que causaron gran impacto en el mundo y cuyo título no puedo nombrar porque es muy fuerte. Era bella y hace poco murió; tendría mi edad.

"Linda venía de promoción y con ella sus productores. En esa ocasión me ofrecieron miles de dólares para hacer sexo frente a las cámaras y sinceramente no acepté por mi familia, mi madre, mi esposo, mis hermanos y mis hijas, a quienes les debo un respeto."

Aunque esto no quiere decir que a Lyn May no le guste el cine porno, "A mi me agrada mucho visitar las sex shop, y ahí me compro ropa exótica, además de películas para adultos porque me parece bonito ver cómo se aman dos seres humanos. Me gusta el desnudo bonito, pero no el vulgar o grotesco. Soy de mentalidad muy abierta."

En la música, Lyn May ha incursionado con algunos álbumes, y uno muy significativo para ella fue donde participó Juan Gabriel. "Él me compuso Te sigo amando , que hace poco fue el tema de una telenovela y mucha gente piensa que es original. Pero la realidad es que esa canción yo la cantaba en 1977 y fue un regalo que me hizo Juanga, se inspiró en mí para escribirla".

Además, nos adelanta que está pensando seriamente en hacer su biografía, "porque tengo muchas cosas qué contar, además de publicar fotos exclusivas. Yo ahora les he platicado algunos aspectos, como la invitación al cine porno, pero otros detalles son tan fuertes que no los podemos mencionar en los medios de comunicación".



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