A cuadro, durante una hora en el programa Con un nudo en la garganta (canal 13, sábados, 22 horas), la atractiva actriz Amara Villafuerte sacó a relucir algunos de sus secretos y la privacidad que durante varios años quedaron en secreto, como las reacciones familiares a sus desnudos en la polémica obra Cuatro equis , al lado de Ari Telch, un prolongado amorío que concluyó en medio de una depresión, y cuando su madre abandonó el hogar por desavenencias conyugales.

Con la intención de cambiar la imagen que le dejara Cuatro equis , obra en la que actuó por seis años, Amara Villafuerte interviene en la comedia ligera de situación, Mi criada favorita , al lado de Juan Antonio Edwards, María Luisa Alcalá y Alfonso García, en el teatro República.

¿Te liberaste de alguna manera al confesar aspectos de tu vida privada por televisión?

Creo que sí. Me cuesta trabajo hablar de mi familia. De Amara no me da problema, pero sí de Josefa, mi madre. Al ventilar ciertas cosas la familia puede sentirse agredida. Tuve una larguísima relación, pero aprendí a concentrarme en una sola persona. Idealicé el amor y después lo experimenté. En este momento no tengo a nadie en mi vida. Me reafirmé como mujer, en lo que creo. En la relación complaces tanto a tu pareja que se te olvida quién eres. Hoy viajo sola, me gusta acampar e irme a una montaña.

No eres una actriz de escándalos, ¿por qué razón?

Me independicé muy joven de la casa familiar, aunque mi padre se opusiera. Ya sola si no trabajas no hay renta, ropa, maquillaje. La preparación cuesta y se debe andar tras la "chuleta". No me gusta el reventón, prefiero una buena charla, hay edad para todo.

Como usar las minifaldas y los vestidos cortos, que te han identificado con el público masculino...

De por sí cuando hago teatro siempre me piden las minifaldas y procuro complacerlos. Creo que hay una edad para todo. Lo más difícil en mi vida ha sido dar el paso hacia la actriz.

¿Ese paso lo diste con "Cuatro equis"?

Esa obra fue el parteaguas en mi carrera. En 1995 hacía telenovelas y un par de comedias. Estaba por entrar a Sugar cuando me llamó Ari Telch. Desde que la leí me atrapó. En ese tiempo no se hacía una obra tan atrevida, además de que era exclusiva de Televisa. Me arriesgué y funcionó. Jugué a ganar o a perder todo.

Con toda honestidad, ¿qué tan difícil es desnudarse en escena?, ¿qué pudores y sudores se dejan para hacerlo?

Ya arriesgaste con una decisión de por medio. Estás metida en una historia y un personaje. Aunque no sea entendible, es como si fuera parte de, no tan relevante. Te da más taquicardia que se te olvide el texto a que salgas sin ropa. Entras en un estado como hipnótico. Vives la emoción del personaje. Si te distraes en pensar qué está pasando afuera ya no sucede nada adentro y se nota. Te olvidas de la gente, ya no transmites nada, entonces sí el desnudo se ve grotesco y sucio. Sea la escena más fuerte que haya, con una emoción real hace válida la vivencia. En La primera noche tuve una escena difícil cuando me dejaba quitar las medias por un chavito de menos de 18 años. Amara se revelaba como en Pasión otoñal , pero la actriz se quitó los prejuicios y lo comenzó a ver como un hombre, a seducirlo. No hubiera podido actuar si no lo veo así. No soy una mujer que me llamen la atención los niños. Me atrae la personalidad de un hombre.

Sin embargo ¿tuviste alguna vivencia o proceso mental para lograr los desnudos ante el público y parte de tu familia?

Antes de que hiciera escenas de este tipo me fui a Oaxaca a una playa nudista. Llegas renuente a quitarte la ropa. Tu vista primero te cuesta trabajo no bajarla ni desviarla. Luego sacias tu curiosidad. La primera vez que llegué a Zepolite, vi viejitos panzones, señoras con los senos hasta el suelo. La gente estaba quitada de la pena, era como el paraíso. Nadie se preocupa de su celulitis o su panza. Vivimos en un mundo donde la estética nos la han vendido como un todo, eso nos esclaviza. Te acostumbras a ver cuerpos y a ver lo mismo. Nos vamos con la finta de lo que pretendemos ver, pero hay muchos trucos para aparentar y fingir. En la ropa está la media, el calzón que te pone más pompa o que te aprieta la panza, la faja y hasta los rellenos.

¿En cine harías algo como "Cuatro equis" o algo más subido de tono?

Sí, por supuesto. Si creo en el texto y sé por qué lo estoy haciendo. Con dudas nada. Tengo el criterio y la experiencia para dar un paso firme. Cuerpos hermosos hay miles.

Por lo pronto y después de 12 obras figuras en una comedia con "Mi criada favorita"...

Quería romper con el estereotipo y con algo familiar. Me falta hacer teatro infantil, tengo ilusión en hacerlo. La comedia es muy compleja, tiene su técnica y me interesa para mostrarme como una actriz versátil.

¿Y para amar a Amara qué se necesita?

Más bien Amara está con ganas de amar a alguien. Creo en la química que te lleva por curiosidad por conocer a alguien, una persona para compaginar los tiempos, sin rollos de miedos y dispuesto a formar una pareja, que sepa amar bien, teniendo el respeto como principio.

¿Quién se anima?