"El Salón Riviera cerró sus puertas el viernes a tan sólo 50 años de servicio por cuestiones familiares", indicó el gerente general, Arturo Ocampo Villalobos, nieto del fundador del lugar. "El salón está en venta y se planean construir ahí conjuntos habitacionales". Este centro de espectáculos vio pasar cinco décadas con diversos artistas y, para despedirse, se organizaron tres actos que buscaron retomar los géneros que hicieron historia en el lugar.

Los bailes rocanrroleros, los danzones y el mambo son algunos de los ritmos que llamaron a la gente a concentrarse y disfrutar del ritmo. La inminente desaparición de los salones o su posible transformación en discotecas, table dances o estacionamientos es resultado de la modernización del país, pero en este caso el cierre responde, además, a un desacuerdo familiar. "Mi abuelo, Jesús Villalobos Rico, fue el fundador del salón, y cuando él firmó el acta constitutiva se estableció que la vida activa del inmueble sería hasta el 18 marzo de 2002", indicó Ocampo. Y agregó: "Ahora, para renovar esta fecha, debemos estar de acuerdo 16 personas, entre primos y hermanos, lo cual es difícil".

Los salones de baile popular representan uno de los pocos reductos que ofrece la ciudad para el encuentro y la comunicación directa entre aquellos sectores que han hecho de la práctica de los bailes populares uno de sus principales ejes de identidad. "En 50 años el salón tuvo tres gerentes, mi abuelo, Jesús Villalobos Rico, mi padre, Ulises Ocampo, y yo", dijo Arturo Ocampo.

Las orquestas que ahí se presentaban interpretan música de danzón, mambo, cha-cha-chá, swing, cumbia y salsa, además de tocar melodías que no están de moda en la radio. Los actos que se organizaron como despedida empezaron el miércoles 27 de febrero, dedicado a "El último baile fino de salón". El viernes 1 de marzo se organizó el último "Megamaratón de rock and roll en español de los años 60", con más de 20 artistas y grupos.

El danzón se despidió de este lugar con las orquestas de Luis Arcaraz, Los Santaneros y Acerina y su danzonera, quienes ofrecieron un show de ocho horas a partir de las ocho de la tarde, el 15 de marzo.

La trayectoria familiar continuará en El Salón de Oro, donde, desde el seis de marzo, los miércoles habrá danzón, de 18 a 23 horas, esperando a la gente que solía ir al Riviera.