Los Soler, la dinastía del milenio
Sin duda alguna, la dinastía más importante del medio artístico en nuestro país fue la de los hermanos Soler, quienes triunfaron en teatro, cine, radio y televisión. Hijos de los actores españoles Domingo Díaz García e Irene Pavia Soler, los hermanos Soler: Fernando Andrés, Domingo, Julián, Mercedes, Elvira, Irene y Gloria crecieron tras bambalinas y luego incursionaron en teatro, donde trabajaron como comediantes, compositores y caricaturistas. Actividades que más adelante les ayudaron a ingresar a la radio y al cine nacional y desde ahí comenzaron a tener presencia en todas las pantallas cinematográficas, hasta del extranjero, ya que el cine de nuestro país tenía una importante influencia en América Latina. En el séptimo arte, la dinastía de los Soler tenía una presencia muy importante y estos hermanos, a excepción de Andrés, interpretaron de 1930 a 1960 a gente adinerada y de clase alta. Los Soler, hijos del actor Domingo Díaz, quien después de interrumpir su labor escénica al inicio de la Revolución Mexicana, decidió volver a los escenarios. De esta manera, desde pequeños, esta dinastía decidió formar su propia compañía infantil de teatro. Julián debutó en la obra "Sangre y democracia", luego viajó junto con sus hermanos a España en 1928. Aunque eran Díaz Pavia, fue el propio padre de familia quien decidió que sus hijos adoptaran el Soler, segundo apellido de su esposa, por considerarlo con más fuerza artística. A los Soler les tocó la reafirmación del teatro de comedia y la etapa difícil en que el cinematógrafo prácticamente absorbió a guionistas, artistas y público de los escenarios teatrales. Y es que el cine tenía como intención hacer la imagen del artista eterna, caso contrario a la radio o el teatro. Sin embargo, la creciente presencia de la radio bajo un proceso lento, pero de gran firmeza, hizo temblar a los empresarios teatrales, considerando que las comedias radiofónicas amenazaban con ser un elemento de gran importancia desde los años 20. De hecho, cuando la XEW se inauguró en 1930 ya las radiocomedias habían definido su aceptación con el público, el cual acudía a las tiendas a comprar sus radios para escuchar los melodrama y adaptaciones de obras clásicas. Cabe mencionar que los Soler nunca quisieron figurar como estrellas principales de las radionovelas que en ese entonces patrocinaban empresas como Palmolive y Procter & Gamble. En cambio, su apellido siempre aparecía en programas especializados de emisoras oficiales. Cuando los Soler decidieron entrar en los radioteatros ya sus nombres eran conocidos en teatros y cines de prestigio. Una gran participación tuvo lugar en 1938, cuando la compañía Artistas Unidos quiso hacer una breve temporada radiofónica en XEFO montando obras como "Los siete ahorcados" y "El pensamiento", algunas de ellas adaptadas por Julieta Palavicini, esposa de Julián Soler. Una de las pocas películas donde los hermanos tuvieron oportunidad de trabajar juntos fue en "El gran calavera", dirigida por Luis Buñuel, quien recién se había integrado a nuestra cinematografía. En ella trabajaron Domingo, Andrés y Fernando como protagonistas. En 1951, con la inauguración del canal 4 en nuestro país, en sus primeras transmisiones de prueba se proyectó la película "Por mis pistolas", con Domingo, Fernando y Julián Soler. : realizó más de 100 películas en Estados Unidos, Francia, España y México . Fue el mayor de la dinastía y en sus películas se caracterizó por sus convincentes representaciones de padre y marido de familia, además de ser considerado uno de los mejores actores de todos los tiempos. : nunca se casó, tampoco tuvo hijos, las razones sólo él las supo. Quizá no llegó nunca la mujer que tanto anheló o fue feliz con su soltería. Andrés fue el más simpático y divertido de los Soler y por esa razón el más identificado por el público. Una de sus características fue el de ser viejo toda su vida. : su físico siempre le ayudó para ser un actor indispensable en muchas películas mexicanas. En casi todas las que se filmaban había un lugar para él, porque su tipo y su personalidad encajaba en toda clase de argumentos. Nunca tuvo la gracia de sus hermanos y más bien la gente lo recuerda como un actor sobrio y mesurado que desafortunadamente tuvo pocas oportunidades estelares, fue el más mexicano de los personajes de la dinastía Soler. : su carrera como actor disminuyó, ya que se enfocó más como director; una de sus pocas intervenciones en el terreno histriónico fue en 1952 en un melodrama con Libertad Lamarque, "Rostros olvidados." Fue un actor no tan brillante pero de muy buena calidad. De los cuatro hermanos era el menos interesante.
Algunas de sus cintas más exitosas
"Chucho El Roto", "Por mis pistolas", "Papacito lindo", "Una familia de tantas", "La oveja negra", "El derecho de nacer", "Lo que sólo el hombre puede sufrir", "Doña Bárbara", "Los hijos de María Morales", "Azahares para tu boda", "Platillos voladores", "Tizoc", "Con los dorados de Villa", "Vámonos con Pancho Villa", "La mujer del puerto", "La escondida", "Tierra de hombres", "Simón Bolívar", "Estrellita", "Bohemios", "Odio", "La india bonita", "Que Dios me perdone", "Mi madrecita" y "Nosotras las taquígrafas".