Un actor español difundió el rumor de haber mantenido una relación con la cantante; TV Azteca lo invitó a México y le exigía contar una historia "que es mentira" MADRID. César Sicre, un aspirante a actor de 28 años, recibió un día una oferta de una productora de televisión española para ser el protagonista de una historia que denunciara la gran mentira que esconden los programas y las revistas "del corazón". La redactora de un programa de chismes, extendería el rumor de que el joven había mantenido un romance, en Miami, con la cantante mexicana Paulina Rubio novia del español Ricardo Bofill, y él sólo tendría que lograr convencer a los periodistas de la "prensa rosa" de que la historia realmente había ocurrido. Lo logró, y no sólo eso, sino que se convirtió en un nuevo personaje famoso y además de ser entrevistado por todas las televisiones españolas, Televisión Azteca lo invitó a México para que participara en el programa "Tómbola".

El pasado 4 de marzo, día de la grabación, tal y como advirtió cuando recibió la invitación, Sicre se negó a revelar detalles íntimos de su encuentro con Paulina, provocando la ira de los organizadores. Hasta el punto de que cuando salió, la española Anabel Barrado, productora del programa mexicano, le recriminó su actitud. "A nadie le interesa tu vida excepto la noche que has pasado con Paulina". Barrado le dijo que si le habían pagado el boleto desde España era para que contara que sí se había acostado con Paulina, sin importarle que todo hubiera sido un montaje creado para evidenciar la gran mentira que son los programas del corazón. "A ella le daba igual si la noticia era verdad o no", aseguró el joven en charla con EL UNIVERSAL. "Ella sólo quería que yo dijera que me había acostado con Paulina", explicó. Sicre aseguró que después de la grabación del programa la productora se desentendió de él. "Ni me volvió a llamar ni me llevó de turismo por la ciudad como me había prometido y ni siquiera me fue a buscar al hotel para llevarme de vuelta al aeropuerto. Y por supuesto, todos los gastos que se generaron después de la grabación del programa los tuve que pagar yo". El reportaje realizado por un equipo de "El Mundo Televisión", al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, se transmitirá hoy en la cadena española Tele 5.

"La gran mentira del corazón" demuestra lo fácil que es fabricar un nuevo personaje famoso en gran parte gracias a la falta de profesionalismo y de rigor de los periodistas que pertenecen al llamado "mundo rosa". En apenas cuatro meses César Sicre pasó de ser un informático aspirante a actor, a un protagonista habitual de la información rosa española y mexicana. Una reportera soltó un rumor de que había mantenido una relación con Paulina, un experto fabricó un fotomontaje en el que se veía a la cantante y el actor agarrados de la mano en una discoteca y los periodistas hicieron el resto: creérselo. Hubo quien no sólo lo creyó, sino que incluso inventó datos (que él era un cantante canario), y supuestas conversaciones con el protagonista ("me dijo que Paulina tenía unos pechos pequeños"), y hubo quien (una conocidísima reportera de la prensa rosa) para vengarse de Bofill ("siempre que no está Paulina cerca me intenta meter mano") se intentó hacer falsas fotografía para mostrarlas en exclusiva en "Tómbola", el programa de televisión en el que colabora.

La llegada de Paulina Rubio a España para promocionar su nuevo disco parecía que iba a ser el final de la historia. Sin embargo, la conferencia de prensa que organizó su disquera se convirtió en un interrogatorio a la artista sobre su supuesto amante. Ella negó conocerlo y sin darle mayor importancia se limitó a decir que sería alguien "que me admira y que necesita unir mi nombre al suyo, y yo no tengo ningún problema". Añadió que la historia al menos era más creíble que la de la "marrana", en referencia a Montse Paéz, una española que intentó hacerse famosa asegurando que estaba embarazada de Ricardo Bofill.

Los reporteros siguieron confiando en la versión de su supuesto amante, quien era reclamado con reiteración por las televisiones de todo el país. El programa de chismes de más audiencia en España, "Tómbola", le pagó casi 2 mil dólares por acudir a contar su romance. Sicre explicó cómo la conoció, dónde y cómo fue el romance. Aunque con evasivas se negó a reconocer si mantuvo relaciones sexuales con ella o no. Unos reporteros del programa le creyeron, otros no, pero la historia siguió siendo noticia.

Dado que se había convertido en un famoso y para mostrar cómo éstos sacan beneficio económico de su situación, el joven acudió a Montse Paéz, experta en montajes y quien le propuso hacer uno que consistiría en irse los dos un fin de semana a la playa y avisar a un fotógrafo para que les hiciera una fotos supuestamente robadas. El reportaje se titularía algo así como "el ex de Paulina y la ex de Bofill juntos en la playa" y seguramente habría más de una revista interesada en comprarlo. Durante la conversación que ambos mantuvieron, Montse Paéz le confesó a César Sicre que ella no trabajaba sino que vivía "del cuento" y que solía ganar más de 5 mil dólares al mes con el negocio de vender "exclusivas" falsas a los medios de comunicación del mundo rosa.

La historia no acabó ahí. A las seis de la mañana, un día Sicre recibió una llamada de una reportera de "Tómbola" México. "Me dijo que me invitaban a ir al programa, que me pagaban el boleto de avión, el hotel y los gastos, que no me daban dinero como hacen en España pero que me enseñarían toda la ciudad", narró a EL UNIVERSAL. El joven advirtió que no hablaría sobre si mantuvo o no una relación sexual con Paulina, y a pesar de ello le dijeron que la invitación seguía en pie. El 4 de marzo pasado se grabó el programa. Como era de esperar, los reporteros comenzaron a acosarlo con preguntas tales como ¿cómo tiene los pechos Paulina? ¿quien tomó la iniciativa?? Igual que hizo en "Tómbola" España, el joven respondió con evasivas, lo que irritó a los organizadores. "Al terminar el programa la productora Anabel Barrado me dijo que si yo había ido a "Tómbola" era para decir que me había acostado con Paulina, independientemente de si era verdad o no. A ella eso le daba igual. Me gritó que si no me había acostado con ella mi vida no valía nada, que yo no valía nada". "La próxima vez que quieras venir a México a tomarte unos tacos te pagas tú el viaje", me dijo. "Fue algo horroroso. Me faltaron al respeto y me trataron fatal" argumentó.

En el "Tómbola" de España tampoco contesté a determinadas preguntas, pero como lo había advertido nadie me dijo nada y el trato fue siempre muy cordial.