Hombre de múltiples oficios, inquieto e inteligente. Con un afán de superación que lo llevó a ser parte de la historia musical mexicana, conocido como "Tata Nacho".

Aún no aprendía a leer y escribir cuando Ignacio Fernández Esperón tomaba clases de piano, con Macedonia, sobrina del compositor Macedonio Alcalá, autor del vals "Dios nunca muere". Oaxaca fue el estado que lo vio nacer, el 14 de febrero de 1894. Sus padres fueron Ignacio Fernández Ortigoza, médico de profesión, pero aficionado a la música, y Piedad Esperón, pianista. Su infancia se desarrolló en un ambiente de escritores, músicos y poetas como Amado Nervo, Ángel del Campo "Micrós" y Rubén M. Campos, ya que cuando sus padres decidieron radicar en la ciudad de México, sostenían amistad con artistas destacados.

Estas visitas constantes a su casa significaron para Ignacio enseñanzas para fomentar su gusto por la música. A los ocho años, improvisaba piezas de canciones, tocaba el piano o el violín y se ponía cerca de la ventana abierta para que las personas en la calle pudieran escucharlo.

Dos años más tarde, en plena niñez, sufrió la pérdida de su padre.

El apodo: ?Tata Nacho?

Eran un niño inteligente pero también inquieto, situación que lo llevó a su apodo. En una ocasión sufrió una caída en la escuela, las consecuencias fueron tan graves, que perdió la dentadura completa. Este no fue motivo para que Ignacio faltara a la escuela, y conociendo a sus compañeros, que no tardaron en ponerle el apodo: "Tata Nacho", pues, a pesar de su corta edad, hablaba y actuaba como un abuelito. Mientras se preparaba su dentadura postiza, ese sobrenombre permaneció junto al compositor durante toda la vida.

Pronto asistió a la Escuela Normal para Maestros, y después trabajó en un taller de reparación de máquinas de escribir, lo que le resultaba demasiado aburrido y mal pagado. Así, cansado de la rutina y el ritmo de la ciudad, tomó la decisión de trasladarse a Oaxaca para disfrutar de la naturaleza. Aprovechó su estancia y le surgió la idea por ingresar a la Escuela Nacional de Agricultura, a lado de Marte R. Gómez, Juan de Dios Bohórquez y Luis L. León, con el tiempo personajes conocidos en la política.

Otro momento amargó, lo vivió cuando se enteró de la muerte de su hermano, fusilado en Monclova, Coahuila, en tiempos de la Revolución. Situación que lo lleva a momentos de reflexión, para después frecuentar al pintor Nacho Rosas.

"Tata Nacho" componía sus primeras canciones populares, tomando como punto de inspiración la vida y anécdotas de sus amigos. Tal es el caso del poeta Francisco Orozco Muñoz, que se enamoró de una modelo que visitaba el estudio de Nacho Rosas, pero decide regresar a su pueblo, dejando triste al poeta. Este suceso fue suficiente para que Fernández Esperón arreglara la canción "Adiós chaparrita".

Desde 1919 hasta 1927, permaneció en Nueva York, para tomar clases de música con el compositor Edgar Varsse. Tiempo después, compuso "Que triste estoy" y "Otra vez". Su carácter inquieto nunca se le quitó, y en 1927 decide regresar a México como investigador de música folklórica. Trabaja en la Secretaría de Educación Pública, actividad que le permitió conocer todo el territorio mexicano.

En ese entonces, Ramón P. de Neri, ministro de Industria, Comercio y Trabajo, lo envía a una exposición en Sevilla, España. En ese país conoce a personalidades como: el poeta Federico García Lorca, con quien compartió una amistad de años, y el Rey Alfonso XIII. Al término de la exposición ?que duró dos años? decide viaja a París, para trabajar con el cónsul Arturo Pani, lo que le permitía relacionarse con los músicos franceses y aprender de ellos, como fue su costumbre.

Su regresó al país fue accidental. En 1937, el secretario de Relaciones Exteriores tenía que regresar a un mexicano para poder enviar a otra persona, al checar su lista, el apellido "Fernández Esperón" le pareció desconocido, por lo que decidió que esa persona regresaría a México.

Una vez en el país, el secretario se disculpó y ofreció enviarlo de nuevo; sin embargo, Ignacio decide quedarse y aprovechar el momento para dar a conocer sus composiciones, entre las que destacan: "Imagen", "Tu imagen", "Otoño" y "Boquita azucarada".

Años después, Ignacio Fernández Esperón, junto con Alfonso Esparza Oteo, entre otros compositores fundan el Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música, actualmente conocido como la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM).

Contratado por la radiodifusora XEW, funda un programa de música mexicana conocido como "Así es mi Tierra". El maestro Ignacio Fernández Esperón, mejor conocido como: "Tata Nacho", a lo largo de su vida compuso 200 canciones, entre ellas: "Reproche", "Que sí, que no" y "Serenata Ranchera", temas conocidos en muchos países.

En sus últimos años de vida, fue nombrado presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de Música, y en 1963, considerado el artista más destacado del año recibe un "Disco de oro" por su trayectoria. La fuente de inspiración para muchas canciones terminó el 5 de junio de 1968, en la ciudad de México. Sus restos se encuentran en la sección de compositores del Panteón Jardín.