Como si se tratara de Elvis Presley o Marilyn Monroe, Lupita Infante Torrentera espera montar una franquicia de museos en los que pueda exhibir las pertenencias de su padre.

Hace un par de años lo hizo en México con El Rincón de Pedro Infante. Sin embargo, hubo problemas con el local y tuvieron que cerrarlo, por eso ahora preferiría probar suerte en Los Angeles, California, u otro lugar de Estados Unidos de donde se lo han pedido.

Entre los planes que tiene en mente Lupita, tercera hija de Pedro con la actriz Lupita Torrentera, está remodelar la iglesia que su padre mandó hacer en Cuajimalpa, ahí donde tuvo su gran mansión la cual terminaron vendiendo sus hijos.

Lupita Infante Torrentera invitó a EL UNIVERSAL a su casa, donde guarda algunas de las prendas y objetos más importantes en la vida de su padre, los cuales le costaron dinero, enojos y juicios. Sin embargo, ahora que los tiene, sabe que no los cambiaría por nada del mundo.

Entre las prendas que recuperó después de 41 años de muerto su padre están la bata, los guantes y las botas que Pedro utilizó en la pelea de "Pepe El Toro", el traje de "Tizoc" y un juego de cubiertos que su madre le dio para que "las viejas no le fueran a hacer brujería con la comida".

Su familia hizo negocio con la ropa de Pedro Infante

"Mi tío José, hermano de mi papá, nos dijo que si poníamos El Rincón de Pedro Infante él nos iba a dar ropa que nadie tenía, porque muchas cosas se las quedaron ellos y se las repartieron, menos entre nosotros.

"Así habíamos quedado, cuando desgraciadamente, antes de inaugurar el restaurante, falleció mi tío y digo: `híjole, no me dio nunca la ropa`.

"No obstante, cuando quise inaugurar El Rincón... busqué a una prima y le comenté que su papá me había prometido donarme esa ropa". "Claro, me dijo, ya sabes que la situación está muy difícil` y que me las vende, cosa que a mí no me afecta en lo más mínimo, incluso no voy a decir ni cuánto ni por qué.

"No me gustaría decir números, porque no quiero problemas con mi familia, pero hasta cuando me preguntan digo que me las dio mi tío José pero no es cierto, las adquirimos por una cantidad no pequeña, pero tampoco inalcanzable.

"Cuando fui por las pertenencias empecé a ver cosas personales y dije ¿será verdad que son de mi papá? Como que no había agarrado lo efectivo que venía más abajo, porque era mucha ropa. Cuando me dice esta persona `nada más mire` y era la bata de `Pepe El Toro`; para mí fue un impacto que me dejó todo el día llorando, abrazada de la bata.

"Luego ví el traje de `Tizoc`, que mi tío me había dicho que tenía maquillaje y el sudor de mi papá."

Comentó que antes de eso, sólo había tenido una pistola de plata que le dio a Pedro su hermano y una medalla que le regaló su madre en sus 15 años, la cual también había sido un regalo de Pedro a Lupita Torrentera cuando cumplió 15 años.

¿Robo o fanatismo?

Lupita cree que hay gente que ha entrado a su casa a robarse algunas fotografías que tiene de su padre.

"Qué bonito que te avientes a llevarte una fotografía de la casa. Qué fanatismo, qué amor."

Aunque reconoció que eso no es tan bueno, cuando piensas que pueden entrar rateros profesionales y llevarse más que una fotografía.

"Pues sí, por eso tengo bien guardadito todo, en lo que pongo el Museo de Pedro Infante."

Aunque aparentemente la casa donde guarda las cosas que ha recuperado es sencilla, cuenta con un equipo de seguridad que la vigila día y noche.

Quieren el museo en Estados Unidos

Actualmente Javier Martínez, esposo de Lupita Infante, está en pleito legal por la casa de Mérida 56, colonia Roma, precisamente donde estaba El Rincón de Pedro Infante.

Sin embargo, la hija de "El Ídolo de México" asegura que si llegan a recuperar esa casa, ya no volverá a ser restaurante sino museo.

Y, además, está pensando seriamente hacer una franquicia de locales en los que se exhiban las pertenencias de su padre.

"Sería bonito ponerlo en otro lado, de hecho nos ofrecieron Los Angeles e incluso quieren uno en San Diego. Queremos manejarlo a nivel franquicias, como lo teníamos aquí, con todo y sus rincones de ATM , Pepe ?El Toro? , etcétera."

La visión que tiene es que además de poner el lugar en Estados Unidos, puedan remodelar El Rincón de Pedro Infante. "Tiene que ser así, porque recuerdo que los sábados y domingos se quedaba gente afuera y Javier tenía que salir a decirles que ya no había lugar".

Añadió que le gustaría que fuera para todos los mexicanos. "Incluso que tuviera un precio simbólico, porque dicen que lo que no cuesta no lo cuidas. ¡Ah! y eso sí, tendría que estar muy bien custodiado."

Llevar a cabo este proyecto es uno de los sueños de toda su vida.

"Es más, la tesis de mi hija Alejandra, quien estudió hotelería, fue de El Rincón de Pedro Infante."

El total de prendas que pertenecieron al ídolo y que su hija Lupita recuperó son 15, entre trajes, chamarras y decenas de accesorios entre mancuernillas, hebillas, zapatos y guantes de boxeo.

"Son prendas que no daría por nada del mundo. Pienso que todo esto es de los mexicanos."

Fue tan especial la vida de Pedro Infante, que incluso existe un juego de cubiertos que le regaló su madre para evitar que comiera en cualquier lado y le hicieran brujería,

En la búsqueda de pertenencias, incluso aviones

"Ruperto Prado se robó de la casa de Mérida, Yucatán, muchas cosas y se fue a España. Me acuerdo que se presentó en un programa de televisión. Yo no podía creer lo que estaba haciendo, porque me acuerdo que le decíamos abuelo, pero traía un maletón con la credencial de mi papá, su licencia y cosas que yo daría mi vida por tener, pero desapareció; por más que quise seguirle la pista, nunca lo logré."

Aseguró que cuando trató de encontrarlo, el señor ya estaba en España. "Parece que ahora al que me están rastreando es a su hijo".

Lupita sabe que hay mucho fanatismo en México. No obstante, "esas son cosas que nos pertenecen a los hijos".

Por otra parte, Infante Torrentera confesó: "Tengo entendido que hasta tenía aviones Tamsa, carros en lotes y creo que hasta uno era Lucino. Quisiera tener las pruebas en las manos, pero desgraciadamente no le he buscado mucho por ese lado."

Hicieron horrores con la casa de Cuajimalpa

"Mi padre murió cuando tenía cinco años. Cuando crezco, digo `¿dónde está todo lo que dicen que tenía?`. Vimos la casa y alguien me dijo que le vendiera el único aparato que existía en México para aprender a volar aviones, yo tenía 14 años y ahí comencé a comandar toda esta labor titánica que hemos hecho.

"Después me acerqué a Orfeón, les dije quién era y desde entonces Irma, Pedro y yo tenemos nuestro chequecito, que finalmente es dinero que nuestro padre nos da.

"Con el tiempo pensamos que si mi papá le dio a tanta gente, por qué no reclamábamos sus cosas, así comenzó un juicio por la casa que se ubicaba en el kilómetro 14 1/2 de la carretera a Toluca.

"En 1987 un juez nos dijo que la casa era nuestra, que la sucesión de bienes estaba en nuestro poder. Sin embargo fue también un relajo, porque primero la quería Sonia (Infante) y me tuve que pelear seis años con ella.

"Si pido justicia, eso es lo que doy, así que siempre les he repartido a mis hermanos la parte que les corresponde."

Cuando se dan cuenta de que la casa es de ellos, también observan lo deteriorada que estaba por el paso de los años.

"Por el costo, nadie nos podíamos comprar la parte que nos correspondía. Además, ya tenía levantados los pisos, era una tristeza verla."

Lupita tiene conocimiento de que las integrantes del Club de Fans de Pedro Infante hacían kermeses.

"Ahí todo el mundo se benefició. Es más, la muchacha de ahí nació en esa casa y su mamá fue criada de mi papá. Bueno, sacarla fue un triunfo; se le pagó lo justo, pero ella quería cifras enormes. Esa señora tuvo 11 hijos y mi papá a todos les dio carrera.

"Nunca me enteré que ella cobraba a la gente por entrar y a los que agarraban la casa para filmar. Hicieron horrores con las cosas y Javier me dijo `se acabó, vamos a poner un bufete jurídico fuerte y en orden todo`."

Lo cierto es que cuando Lupita conoció esa residencia, que tenía una capilla y gimnasio, se sorprendió.

"Tú sabes lo que no poseía, la casa contaba con unos clósets impactantes como escondidos atrás de espejos, su recámara era preciosa. Creo lo ayudó Silvia Pinal a remodelarla. Ella me platicó un día que al final de la grabación de `El inocente` le pidió que lo ayudara."

La casa la compraron unos españoles que vivían enfrente, un poco más abajo.

"Lo único que les pedí es que no desapareciera la iglesia. No se si lo respetaron, pero la última vez que pasé vi que son oficinas. Luego pusieron un busto que daba a la mitad de la carretera, pero lo movieron; el otro día que subí ya no está, en fin."

La dinastía Infante y las mujeres

"Éramos cinco partes: Graciela Margarita, que fue la primera que tuvo con mi mamá; Pedro y yo, Irma Infante Aguirre y Dora Luisa, la niña que adoptó con María Luisa."

De acuerdo a lo dicho por Lupita Infante Torrentera, esos son los únicos hijos que Pedro Infante registró.

"Graciela Margarita y María Luisa murieron, pero la relación con Irma y Pedro es muy buena, yo soy la albacea, siempre he sido la mediadora y me llevo de maravilla con los dos."

Lo que no pasa con Irma Dorantes, una de las mujeres de Pedro Infante.

"A la señora la saludo por respeto, lo cortés no quita lo Cuauhtémoc. Es difícil, se da un poco el celo sin tener por qué, ya que finalmente fueron decisiones de ellas y mi padre."

Lupita sabe que la relación entre su padre y María Luisa, la primera mujer del ídolo, fue más bien como el de una madre y su hijo.

"Siento que la veía como su mamá, ella le decía `ya vino el nene`. La señora era 10 años mayor que mi papá y lo ayudó desde el principio de su carrera, así que él nunca se olvidó de ella", concluyó.