Títulos como Cuna de lobos , En carne propia , Tal como somos , La pasión de Isabela , El extraño retorno de Diana Salazar , son tan sólo algunas de las telenovelas que han surgido de la pluma del autor y dramaturgo Carlos Olmos, reintegrado a su apasionante labor en Sin pecado concebido con dos años de intenso trabajo al lado de su compañero Enrique Serna para crear una historia original de 200 capítulos que reviva aquella época de grandes éxitos.

Alejado de los flashes y los primeros planos, el verdadero autor de una telenovela y de obras teatrales como Final de viernes , expresa a EL UNIVERSAL su sentir acerca del momento actual que vive el género.

¿Cómo concebir una historia para telenovela?

Requiere tiempo y concentración. La televisión te absorbe demasiado por lo que debes saber de antemano que tu ocupación en un proyecto de telenovela es de tiempo completo. Como escritor debo estar en mi casa trabajando los libretos y al mismo tiempo buscar en Televisa la infraestructura necesaria e integrar un elenco de este calibre, tanto importante como profesional. De una idea central en el caso de "Sin pecado...", es original, se adapta en el camino hasta encontrar la fórmula para televisión. Lo mismo que se hace en teatro o en cine.

¿Qué significa transformación literaria, término que aparece en "Sin pecado concebido?

El libreto es absolutamente mío. Lo que sucede es que la empresa, junto con la Sogem (Sociedad General de Escritores de México) tiene convenios para nombrar el trabajo de la gente que interviene en los libretos, en el sentido de producción y cuidado literario. Que los diálogos sean acordes a cada personaje, de que tengan la estructura psicológica suficiente, el peso. A esas personas que se les nombran "transformadores literarios", término que yo tampoco entiendo, porque el principal transformador literario es el público.

Cuando hablamos de Carlos Olmos, ¿es ineludible hablar de "Cuna de lobos"?

Me considero muy afortunado porque desde hace 20 años que hago telenovelas procuro llegar al interés del público por ver un producto bien terminado, de calidad y con los ingredientes que no deben faltar en un melodrama como el triángulo amoroso, los antagónicos, el amor y el odio. Cuna de lobos es un caso aparte, donde se conjuntaron todos los elementos aunados a las grandes actuaciones y la dirección de escena. Pero también hay que adecuar la telenovela a lo que el público cada vez se queja y exige más, esto es que las telenovelas son irreales. Sin pecado concebido tiene realismo e intensidad.

En varias telenovelas se ha dado el caso de alterar el libreto según vaya el rating, ¿estarías dispuesto a que te lo hicieran?

Jamás lo aceptaría. Para nada. Nunca me ha ocurrido. Yo cierro el libreto en la última letra, jamás he sufrido una modificación o alteración. Es la primera ocasión que trabajo al lado de José Alberto Castro y hemos conjuntado un buen equipo.

¿Está estipulado en tu contrato?

Por escrito y además para algo la empresa (Televisa) necesita la autorización de "medio mundo": del escritor, del representante legal y de la misma Sogem. Trabajamos bajo estas normas muy transparentes. La empresa me deja en plena libertad, también para hacer teatro. La respuesta en televisión la tienes que ver al aire y en teatro es inmediata.

Como no hay fórmula para los éxitos, ¿ansías de cualquier manera lograr otro clásico como "Cuna de lobos"?

Cualquier escritor o autor piensa en lograr un éxito de ese tamaño, pero no puedes obsesionarte con ello. Al final de cuentas el público es quien lo decide, quien siempre tendrá "la última palabra".