Sólo ha faltado la matatena y la rayuela en el Acapulco Fest 2001 (Canal 2, lunes a domingo, 23:40 horas, y canal 9, 23 horas) degradado en 10 años en su calidad de festival musical a un simple bailongo, circo multipistas donde cabe todo, menos la calidad, la autenticidad se valen viles fonomímicas con pistas y playbacks en un interminable desfile playero y artístico de poca monta.

Con recortes presupuestales evidenciados en su producción y programación, Televisa, junto con el gobierno de Guerrero, padece el síndrome de la "festivalitis" inundando la telera del 2 y el 9 con un revoltijo artístico entre baladistas, gruperos, salseros, rockeros, cómicos rodeados de tele-sorteos, costos por llamada, traseros de seudo edecanes y modelos marcados con las cantidades a ganar, comentaristas deportivos, enlaces de noticieros, fiestas en discotecas y restaurantes, ¡ufff! Ni sombra de una década atrás, cuando al menos había un propósito iluso por cierto de desplazar al Festival de Viña del Mar. Sabíamos que Raúl Velasco haría, junto con su enquistado de producción tan cuadrado como Del Bosque y Santoscoy, un "Siempre en Domingo" a lo bestia. Y así fue, pero respaldado por un elenco artístico de renombre: Luis Miguel, Vicente Fernández, Alejandro Sanz, Alejandro Fernández.

Con la salida de Velasco y la incorporación de Luis de Llano Macedo, junto con su productor Marco Flavio Cruz, el Festival Acapulco tomó aires renovados: apertura en elencos, nuevos escenarios, reestructuración y promesas de eliminar el fraudulento playback, que en un evento internacional simple y sencillamente no tiene cabida.

Si ha existido una manera de que no naufragara el Aca-Fest fue la contratación directa y con el debido tiempo de artistas de primera línea. Así fue con Christina Aguilera, la primera a quien se le pagó por sus servicios. Las disqueras, con su propia crisis, no se avientan a cargar con todos los gastos de sus artistas. Círculo vicioso que en esta edición marca la zozobra de un festival caracterizado por el reventón, el jolgorio, los chismes de lavadero en las playas y los lobbys de los hoteles patrocinadores, pero que en materia musical naufraga en calidad y emotividad. Hasta Adal Ramones protesta por el cobro al público para la grabación de "Otro Rollo", sin saber que serían fondos destinados a labores altruistas. Cero comunicación fomentada por la cantidad de actividades y espectáculos paralelos no alternativos que pululan por todos lados, al grado de que Televisa Deportes se entremete creando su propio festival con "jueguitos", toros, golf, cascaritas de veteranos y de reporteras y conductoras contra las "taiboleras" de "Sólo para Hombres".

Alardes técnicos y de cumplida producción es la única salvación. De lo demás, ya no hay defensa posible para el Acapulco-Fest. Estertores de lo que algún día fue.

Por ello la telera prefiere este año realizar su faena favorita con su control remoto, virando a "Hechos de la noche" sin escuchar más la grandilocuencia en Javier Alatorre: "¡ESTA NOCHE EN HECHOS!". No más gritos desaforados. No más closeups. La toma abierta mostró a su nueva compañera: Rosa María de Castro. "Estaremos juntos para dar una mejor información", aseveró con aplomo Javier Alatorre, otrora pilar informativo de la televisora del Ajusco y hoy reducido a ser sólo parte de la baraja que en breve se conocerá si jugará al póker para recobrar una credibilidad desgastada. Si antes Alatorre estructuraba su noticiero y no se atrevía o no lo dejaban comentar, editorializar y hasta reportear, hoy menos. Frases de arranque: "La unión hace la fuerza", "Los periodistas que hacen el cambio en las noticias", "Gracias por el voto de confianza". El dios rating sentenció a Alatorre y a diferencia de Abraham Zabludovsky, la decisión por orgullo y dignidad no llegó, y como dijo Don Teofilito, "ni llegará".

Sin Rosa María de Castro en el noticiero vespertino, otro boquete en "Hechos de la tarde". Ana Winocur y su recién incorporado Jorge Zarza (del desaparecido "Metrópoli" por José Ramón Fernández), difícilmente levantarán lo que dejó la ahora compañera de Alatorre, quien enfrenta el mayor reto de su carrera pero que cuenta con una sólida y positiva imagen. Si se atreve a ir más allá de ser una lectora de noticias, si profundiza periodísticamente, tendrá repercusión, será quien llegó para quedarse para una telera que si algo tiene es no poseer buena memoria. Hasta la próxima.

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