En la vida real su príncipe azul llegó luego de dos divorcios con otros tantos actores: Jonathan Lee Miller y Billy Bob Thornton. Al primero lo conoció durante el rodaje de Hackers (1995), y al segundo en la filmación de Fuera de control (1999). Siguiendo esa misma dinámica, conquistó a Brad Pitt cuando ambos hicieron la muy taquillera Sr. y Sra Smith (2005), arrancándolo de los brazos de Jennifer Aniston. En aquel entonces, Jolie ya había adoptado a dos niños (Maddox, de Camboya, y Zahara, de Etiopía). Con Pitt procreó a Shiloh (con acostón de por medio) y ambos reclutaron al vietnamita Pax; finalmente se convirtieron en padres biológicos de los mellizos Knowx y Vivienne Marcheline (al parecer con apoyo de un tratamiento para fertilidad).

La diva ha dicho que su reconciliación con el mundo se dio gracias a sus hijos: “Con ellos no tienes tiempo para estar deprimida, y si acaso estás muy triste, una sonrisa de ellos ilumina tu vida para el resto del día”.

En el programa 60 minutos, con lágrimas, afirmó que su mamá (la fallecida actriz Marcheline Bertrand) “fue una madre de tiempo completo” y que, con su ejemplo, le enseñó cómo tratar a los niños.

A quienes creen que los hijos de Angelina y Pitt son criados por nanas, Jolie les recuerda que casi nunca trabajan al mismo tiempo, así que siempre uno de ellos está al pendiente de los menores.

Su "elección médica"

El amor por sus hijos ha sido el motivo principal para que Jolie recurra a la extirpación de órganos. En mayo de 2013 escribió en The New York Times un artículo titulado “Mi elección médica”, en el que recordó que su madre murió a causa del cáncer de mama y que ella tenía 87% de probabilidades de contraer la misma enfermedad.

Ahora, con la extirpación de ovarios, también busca alargar la existencia para estar al lado de sus críos. También quiere seguir junto a Brad Pitt y, tal vez, mejorar la relación con Jon Voight, quien alguna vez dijo que Angelina era “una chica con serios problemas mentales”. Eso acabó de fracturar la relación entre padre e hija, pero las aguas volvieron temporalmente a su cauce.

Cuando ella recibió el Óscar, hace 15 años, en su discurso de agradecimiento dijo que Voight era un gran actor, pero que era mejor como papá. Sin embargo, parece que no lo quiere mucho como abuelo de su media docena de chamacos.

Después de una juventud tormentosa, Angelina Jolie ha sentado cabeza. El 4 de junio próximo cumplirá 40 años de edad y su vida es plena, a pesar de los avatares. En el terreno profesional produce, dirige, escribe y actúa con éxito (su nombre es una constante en las listas de histriones con mayores ingresos de la revista Forbes); su película Invencible (2014) obtuvo tres nominaciones al Óscar (Fotografía, Sonido y Montaje de Sonido). Acaba de dirigir Por el mar, cinta en la que también actúa al lado de su marido, y el siguiente proyecto como directora se titula África, acerca de un conservacionista keniano de la vida real.

La familia de Jolie parece armoniosa (“le caigo bien a mi esposo y a mis hijos”, dice) y continúa con su activismo social, aunque tampoco es ingenua. Al periodista mexicano Miguel Cane le dijo acerca de sus visitas a Siria: “La primera vez fui en 2011 y la gente me decía: ‘dígale a su presidente que nos ayude; dígale al mundo cómo estamos sufriendo’. Regresas, todo sigue igual, y ya nadie cree que puedas hacer algo al respecto. Y tienen razón”.