Soy un dolor de trasero: Michelle
PAPEL. Quiere hacer una comedia romántica para dejar salir su dulzura. (Foto: ESPECIAL )
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Los Ángeles.— Aunque es considerada una chica ruda y sus papeles en el cine la han alejado de la típica mujer glamorosa de Hollywood, Michelle Rodríguez acepta que a veces estos papeles fuertes también hacen daño a la imagen de las mujeres, pues en repetidas ocasiones las “sexualizan”.
“Me encanta trabajar con Quentin (Tarantino) y Robert (Rodriguez), son buenas personas pero sexualizan a las mujeres demasiado, tienen una perspectiva muy masculina. Les agradezco que al menos ellos empoderan un poco a la mujer... Aunque sigue siendo una perspectiva masculina”, explicó Rodríguez a EL UNIVERSAL.
Cuando se trata de buscar roles que enaltezcan a las mujeres, ella no necesita que un manager, director o productor le diga lo que debe hacer.
Asegura que se rige por lo que siente, pues se declara una mujer temperamental. En ocasiones, eso provoca que los estudios la tachen de inaccesible y problemática. O como ella dice: “a pain in the ass” (un dolor en el trasero). “Yo tengo una boca muy grande, no juego a la política porque no sé qué es eso, yo siempre digo lo que siento y hay mucha gente que ya no quiere trabajar conmigo porque dicen que soy muy incontrolable.
“Pero al menos mi corazón está en un sitio de amor, no estoy para odiar a nadie ni para joder a nadie, yo no quiero lo que tienen otros, lo que quiero es lo mío. Muchos dicen que soy un dolor en el trasero, pero ni modo”.
En la charla con motivo de la promoción de la película Rápidos y Furiosos 7, Michelle demuestra que lo que dice va de la mano con lo que hace. A diferencia del glamur de algunas estrellas, ella llegó descalza, en pants y sin maquillaje. “No le entro a ese rollo de perfección de Hollywood”.
Entonces ¿por qué las revistas la enaltecen como una mujer sexy?
Rodriguez dice que se debe a que se aleja de los estándares de Hollywood y a que, a diferencia de sus compañeras, ella no llegó rogando por trabajo, ella llegó a ganárselo.
“Me sorprende que las mujeres blancas estén alzando la voz preguntando por qué no hay trabajo para ellas. ¿En serio? ¿Apenas se dan cuenta? A nosotros (los latinos) nos ha pasado desde hace décadas, no fuimos invitados a Hollywood y aquí estamos. La mayoría de los escritores son blancos y no es su culpa, ellos ayudan a su gente y no son Jesucristo para ver la belleza en todas las personas. No podemos esperar que una industria guiada por dinero y por propaganda piense de manera global”, detalló.
Por eso, a la hora de escoger sus proyectos, siempre ha votado por papeles rudos que muestren a una mujer nada vulnerable, aunque esto la ha llevado a sentirse estancada.
“Me gustaría que me dejaran de ver como latina o mujer, que me vieran como actriz; pero sé que tengo mis cosas, a veces hablo demasiado. No he cargado una película desde Girlfight (2000). Estoy pensando en volver a eso y si a nadie le gusta pues, ni modo”.