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La lluvia apareció momentáneamente cercanas las ocho de la noche y parte de los 65 mil asistentes de la segunda jornada del Foro Sol corrieron a cubrirse a las pocas zonas con techo existentes. Pero a los minutos se dieron cuenta que había parado por lo que sacaron sus impermeables y regresaron a saltar, cantar, bailar y tomar cerveza así como lo hicieron durante las 12 horas de fiesta musical.

Desde temprano los asistentes usaron gorras para cubrirse de la luz solar y con camisas primaverales para el calor, aunque con chamarras cargando.

La presencia del sol no le importó a nadie, pues el júbilo no paró ni un minuto aunque hubo un joven que tuvo que orillarse en el show de DLD porque se le bajó la presión.

El atardecer llegó junto con el frío viento y para ese entonces se podía ver al público de todas las edades, incluso un grupo de adolescentes con un cartel: “No estamos todos, faltan 43”.

Se vio a papás con sus hijos en brazos, a hombres con sus novias, filas de amigos agarrados de la cintura corriendo y hasta hubo quien se subió en una de las carpas. Todos con la idea de derrochar emoción al ritmo de los shows.