La vio nacer y ahora lo dirige

cesar.huerta@eluniversal.com.mx

Era 1981 y un partido de la Selección Mexicana de Futbol impidió que la doctora que atendería el parto de la actriz Julieta Egurrola llegara al hospital.

Fue cuando un enfermero y Arturo Beristáin, entonces pareja de Egurrola, tuvieron que recibir, entre los dos, a la niña que llevaría por nombre Natalia y seguiría con el apellido que es famoso en teatro y cine.

“”Ahí estuve, fui el primero en verla!”, exclama el protagonista de El atentado, en una charla acompañado de su hija.

Pasaron 28 años para que, aquella pequeña, se pusiera atrás de una cámara como directora y decidiera llamar a su padre, para ser protagonista de un corto. Pero también quiso que su mamá estuviera ahí. “¡Esa primera vez me quería dar un tiro!”, recuerda entre risas Natalia, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica. “El día que los tuve juntos en el set, estábamos en un teatro, me salí a darle cuatro vueltas al mismo y decía: pu... madre, en qué momento se me ocurrió que esto era buena idea”, agrega.

El trabajo de Natalia y Arturo continuaron en No quiero dormir sola, ópera prima de ella y el miércoles se verá en la serie 'Réquiem por Leona Vicario', de Canal Once, donde él interpreta a Antonio López de Santa Anna.

Cuando se le pregunta qué se siente tener una hija que está en el mismo ámbito que él, Arturo Beristáin cuenta: “La emoción que te da que te dirija tu hija, a quien conociste primero, con quien jugaste, que aprendió a leer y con quien descubrí la paternidad, es extraordinario. En el set los demás me decían: ‘Maestro, ¿por favor podría colocarse ahí para colocar la luz?’ y ella me decía ‘¡a ver pa’, quítate de ahí, vamos a poner la cámara’ (risas).

No tomar drogas ayuda: Ozzy

jesus.diaz@clabsa.com.mx

El líder de Black Sabbath ha creado toda una personalidad en torno a él: sus fans suelen hablar de cómo arrancó la cabeza de un murciélago, de cuándo tenía a un zapato de mascota y sobre su colección de crucifijos.

Pero John Michael, el hombre detrás de la figura del grupo metalero, es padre de seis hijos. Lejos de lo que se pudiera pensar, Ozzy asegura que sin instructivo es fácil cometer errores, pero que sus hijos han aprendido de sus buenos ejemplos.

“Ya no tomo alcohol, no tomo drogas y esas cosas. Eso ayuda”, explica en entrevista.

Ozzy lucha desde casa con la enfermedad de Jack, quien en 2012 fue diagnosticado con esclerosis múltiple. “Es una batalla diaria”.

Ozzy Osbourne no podría ser considerado un padre ejemplar, pero él lo intenta, sigue luchando para mantenerse en el margen de lo normal ahora que tiene 66 años y asegura ser un hombre sobrio.

En 1989 tuvo que permanecer tres meses alejado de su familia por orden judicial luego de haber intentado estrangular a su esposa Sharon; las drogas lo transformaban, los excesos eran constantes; hoy comerá tranquilo con sus hijos para celebrar Día del Padre.

“Será una reunión familiar, una pequeña comida que hacemos, la cual es maravillosa”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL el líder de Black Sabbath, agrupación que lideró en 1968 y verá su fin en 2016 con una gira internacional.

El cantante se presentará el 20 de agosto en la Arena Ciudad de México; es padre de seis hijos (dos de su primer matrimonio). Los más mediáticos son los que protagonizaron un reality show con él: Kelly, de 30 años, y Jack, de 29, quien padece esclerosis múltiple.

"Por las malas soy como Hulk"

cristina.pineda@eluniversal.com.mx

Sergio Mayer Mori no tiene nada malo que decir sobre su padre Sergio Mayer. Pero sabe que puede ser consentidor o exigente, dependiendo de sus acciones como hijo,

“Es muy difícil tenerlo como papá, la verdad; pero sería mucho más difícil no tenerlo, así que agradezco que me haya tocado él. Obviamente cuando no voy bien, se enoja y se vuelve Hulk, pero fuera de eso no hay nada malo; he buscado (algo malo) como decirle ‘es que tú fumas o tomas’, pero no. Es muy asombroso”, contó el joven de 17 años, fruto de la relación de Mayer con la actriz Bárbara Mori.

“Me gustó su analogía de Hulk”, acepta el actor de 49 años. “O también puedo ser Mr. Hyde que se transformaba; me gusta que cuando las cosas van bien trabajamos rápido y cuando se rompe eso me saca completamente de mi contexto y me afecta a nivel general: en mi trabajo y a nivel personal”, responde Sergio.

Desde que se convirtió en padre sus prioridades cambiaron, así como su forma de pensar, intereses y hasta en lo que invierte su dinero. Sus preocupaciones se vuelcan en darle una buena educación con valores tanto a él como a sus hijas más pequeñas e incluso acercarlo a la labor social.

“No vuelves a dormir igual primero cuando son chiquitos porque se levantan cada rato y cuando son grandes porque no sabes a qué hora van a llegar o si están bien. Sigo aprendiendo y cometiendo errores y es parte del crecimiento”.