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Desde el año 2000, en las últimas 15 entregas del Oscar los mexicanos han estado presentes en 31 nominaciones, ganando en cinco ocasiones.

Esto quiere decir que en promedio se reciben dos categorías por año y un galardón, cada tres.

Nada mal para creativos que iniciaron en un país donde en los 80 la producción fue casi nula; en los 90 se llegó a la cifra de siete filmes hechos, y durante este siglo, aunque ya se superan los 100 rodajes por año, sólo contabilizan las cintas locales 10% de la taquilla anual.

¿Pero a qué se debe esta aparente atención al talento nacional de parte de la Academia Americana de Cine? EL UNIVERSAL preguntó a cineastas y actores que llevan viviendo en Estados Unidos hace ya años.

Roberto Sneider, director de Arráncame la vida y productor de la estadounidense Frida, que lleva dos décadas viviendo en EU, dice: “Creo que tiene más que ver con un momento de maduración de un grupo de mexicanos; es una coincidencia, pero sí me gustaría pensar que se les ha dado oportunidad y así se ve qué pueden hacer.

“También veo que Hollywood se ha cansado de hacer lo mismo siempre, se quedaron con un hueco de películas que antes hacían interesantes, además de los blockbuster, y los mexicanos han venido a ocupar ese lugar porque de verdad hacen cosas diferentes; Cuarón e Iñárritu han hecho películas que no se han visto antes”.

De opinión similar es Jorge R. Gutiérrez, director de la animada El libro de la vida, pero al mismo tiempo ve un riesgo para los mexicanos. Lleva una década bregando en el país vecino, primero en televisión con la serie El Tigre y luego, en el séptimo arte.

“Lo interesante es que están haciendo temas no mexicanos, la verdad es que el público anglo no ha sido abierto a temas nuestros; a mí los agentes y todo el mundo me dice que deje de hacer cosas de México, no lo acepto, pero ellos sí están haciéndolo”, señala.

Pero no por ello deja de reconocer el talento y pronostica dos premios Oscar esta noche para los mexicanos. “Seguro El Chivo Lubezki vuelve a ganar, el otro, prefiero no decir”, apunta.

¿Pero han servido de algo las nominaciones y los galardones ganados para los mexicanos que buscan oportunidades allá?

Sandra Echeverría (Cambio de ruta) lleva un sexenio afincada en Los Ángeles. En Estados Unidos no importa la nacionalidad sino el tipo físico.

“A mí no me han servido de nada que hayan ganado Oscar, tampoco haber trabajado ya con Oliver Stone (Salvajes), sí dicen ¡qué bueno, eres mexicana!, pero hasta ahí, hacemos los casting y todo; lo que se ha ganado es por el talento de ellos”, expresa.

María Rojo, una de las más fervientes luchadoras por el cine nacional, indica que lo conseguido por los llamados Tres Amigos y demás, es debido a que en su momento tuvieron oportunidad en México. “Yo decía que había mucho talento, a pesar de que se hacían siete películas al año, no estaba equivocada. Se impulsó la ley y los fondos y así van a ir surgiendo más directores y actores de talla internacional”.

A excepción de Del Toro, Cuarón, Lubezki y Hayek, los demás que han estado nominados prácticamente arribaron al siglo XXI haciendo cine en México, varios de ellos aún aquí, como la productora Bertha Navarro y el sonidista Martín Hernández.