Su rostro fue idóneo para darle vida a todos los villanos posibles del cine; también fue Drácula, el conde Dooku de Star wars, Sherlock Holmes y en los últimos años era reconocido como Saruman, en El señor de los anillos y El hobbit. Pero la vida real de Christopher Lee, quien murió este domingo a los 93 años por problemas respiratorios, impresionó más que sus películas.

Era hijo de la condesa Estelle Mari Carandini di Sarzano, perteneciente a una de las familias más antiguas de Europa, y del coronel Geoffrey Trollope Lee, que perteneció al 60 Regimiento de la Guardia Real Británica y fue condecorado en la Guerra de los Bóeres y en la Primera Guerra Mundial.

Lee participó activamente durante la Segunda Guerra Mundial como parte de un escuadrón llamado Special Operations Executive, que se dedicó a labores de sabotaje y espionaje.

Sus planes eran ser piloto de guerra, pero debido a un problema en su nervio óptico tuvo que colaborar con la división de inteligencia y debido a su dominio del francés y el alemán logró capturar a algunos nazis.

Dominaba otros idiomas como el español, inglés e italiano, tenía nociones básicas del sueco, ruso y griego.

En junio de 2001, el príncipe Carlos de Inglaterra condecoró al actor con la Orden del Imperio Británico (OBE, siglas en inglés) por sus “servicios a la interpretación”.

Fue invitado a encender la “llama de la paz” en 2003, en un movimiento denominado Cineastas por la paz.

En 2004 Lee reconoció que una de sus más grandes pasiones era la música metálica y participó con con la banda de metal sinfónico italiano Rhapsody Of Fire, con quienes grabó cuatro álbumes, y otro disco de heavy metal sobre Carlomagno.

En 2010 siguieron otros cinco trabajos, incluyendo uno sobre el Quijote.

En 2014 incluyó un tema navideño en su discografía.

Fue reconocido por el libro de los Récord Guinness como el actor más alto con su 1.96 de altura. Christopher comenzó su carrera como extra en un filme llamado Terence young, en 1948. Posteriormente participó en obras teatrales y películas que lo acercaron al estrellato.

Estaba considerado como el segundo actor más prolífico de Hollywood, sólo superado por Rod Steiger, con su participación en más de 280 filmes.

El músico y actor estuvo casado por más de 40 años con una modelo danesa llamada Birgit Kroencke, con quien tenía una hija, Christina Erika.

Sus amigos

Roger Moore, su compañero en las películas de James Bond, expresó en Twitter:

“Es terrible cuando pierdes a un viejo amigo, y Christopher Lee fue uno de ellos. Nos conocimos en 1948. Mis pensamientos están con Lady Lee, Christina y Juan”.

Elijah Wood, quien dio vida a Frodo en la saga El señor de los añillos, también recordó al histrión inglés en la red social: “Un hombre extraordinario y una vida ejemplar, sir Christopher Lee. Fuiste un icono y un ser humano elevado con historias de vida. Te extrañaremos“. Redacción y agencias