En busca de un músico y una huelga escolar

GALARDONADA. La historia de jóvenes que viven una huelga universitaria, ha ganado en los festivales de Berlín, San Sebastián, Tribeca y Jerusalén. Hoy estrena en más de 50 salas nacionales. (Foto: CORTESÍA CINE CANÍBAL )
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Sebastián Aguirre se encontraba de madrugada en las calles de Tepito, cuando el director Alonso Ruizpalacios le dijo que acababa de conocer a una persona y quería que interactuara con él en escena.
“Me dijo, ‘lo vi apenas hace dos minutos y me habló de muchas cosas, así que improvisa’”, cuenta el actor.
En otra ocasión, Tenoch Huerta estaba nervioso. Era 10 de mayo y para filmar una escena en el Segundo Piso del Periférico, simularon que se había descompuesto el auto.
“¡Y era de hacerla rápido porque ya venía la patrulla y quién sabe qué pasaría!”, narra el actor de Colosio, el asesinato.
Cualquiera pensaría que estaban sin guión fijo y tendría, en parte, razón.
Debido al poco presupuesto, pero con el ánimo de también ser parte documental, Ruizpalacios ideó de esa manera el rodaje de Güeros, cinta ganadora en Berlín y que llega hoy a las salas mexicanas.
El hilo conductor eran dos estudiantes universitarios enmedio de una huelga escolar que deciden ir en busca del músico ídolo del hermano pequeño de uno de ellos.
A Huerta y Aguirre los acompañan Leonardo Ortizgris e Ilse Salas en esta aventura nocturna, tripulando un auto.
“No es una película de grandes recursos, pero por otro lado, pensamos que podía imprimir energía, ponernos en situaciones incómodas que nos obligaran a solucionar lo que nos enfrentáramos”, recuerda Rivapalacio del rodaje.
Universitarios a morir
La UNAM fue sede para recrear un movimiento estudiantil en donde los protagonistas tienen posturas opuestas.
“El escribano de todas las asambleas del 99, aunque es una combinación de todas las huelgas y la imaginación de los escritores, nos asesoró en la escena de la asamblea.
“Varios amigos, siendo ultras, decían: lo que más me choca, es que se parece tanto a muchas asambleas que hicimos ahí”, cuenta Ilse.
La misma actriz de Cantinflas y Locas de amor tuvo que aprender a estar lejos de su bebé, de entonces seis meses.
“¡Lloraba!”, exclama.





