Aún no tenemos el cine que nos merecemos: Diego Luna
APLAUDE A MEXICANOS. También se refirió a la visibilidad que los cineastas mexicanos han tenido en las dos últimas entregas de los Premios Oscar -con Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu acaparando las estatuillas a la mejor dirección- y su exitoso paso por los festivales internacionales. (Foto: Carlos Mejía/EL UNIVERSAL )
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Diego Luna ofreció una clase magistral el día de ayer, en instalaciones del Tec de Monterrey campus Santa Fe, ante 300 estudiantes de cine y actuación provenientes de Querétaro, Monterrey, San Luis Potosí y el Distrito Federal, con quienes discutió sobre la industria cinematográfica y las necesidades de tener historias que no sólo puedan ser un éxito en taquilla, sino que conecten con el público.
"Quiero pensar en este encuentro más como la oportunidad de abrir un debate, de generar una conversación, no se trata de que yo vengo aquí y les tiro un rollo sino de que confrontemos nuestras ideas", fue como inició su master class Diego Luna, en una carpa colocada en una de las explanadas del Tec de Monterrey campus Santa Fe, donde se llevó a cabo el evento pasadas ya las 18 horas.
También destacó que en cuestión de cine, los mexicanos aún no tienen el cine que se merecen, pesé que es uno de los mercados donde más público asiste a las salas, ocupando en quinto o sexto lugar, "sin embargo no producimos acorde a esto, todavía dependemos mucho de lo que nos llega de otros lados". Pero aseguró que la evolución que ha tenido el cine nacional en los últimos años, es una muestra que los límites los pone uno mismo.
Celebró que tanto en festivales internacionales como en la industria hollywoodense se estén reconociendo las mismas películas y a otros cineastas mexicanos, "quiere decir que hoy está en nuestras manos está que nuestra vos tenga un eco, nos podemos seguir quejando o usarlo a nuestro favor y poner nuestras propias reglas".
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Explicó que a finales de los 80 el cine era inexistente, porque se hacían alrededor de 10 películas por año, y el actor tenía que buscar trabajo en otros escenarios, pero esto lo llevaba a enfrentarse a prejucios como que el estar en la televisión equivalía a traicionar el teatro, "por suerte yo tenía un apellido que imponía mucho y me permitieron hacerlo, y aprendí muchísimo, haciendo televisión supe que no quería hacer en el cine".
Con los triunfos de dos mexicanos en la meca del cine, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, "el cine de fórmula, de estudio, ha tenido que aceptar que estos individuos vengan a reinventar los procesos, el cine de Hollywood se ha encontrado cojo para enfrentarse a eso".