La mente de Vicentico estuvo enfocada en su compatriota argentino Gustavo Cerati, por lo que en su presentación en el Teatro Metropólitan, además de ofrecer momentos de baile, romanticismo y éxitos, también hizo una dedicatoria para el músico.

Un saco negro y una camisa desfajada vistieron a un Vicentico que salió al escenario a las 20:45 horas para interpretar "Ya no te quiero", que despertó los gritos de los asistentes, continuó con "Si me dejan" y el saco de encima para ponerse su guitarra en "Cobarde".

Los cambios de color del fondo liso que estaba detrás de él y sus cinco músicos estuvieron presentes cuando llegó el turno de "Soldado de Dios" y tomó nuevamente su guitarra en "Un diamante" o "Viento" durante la primera de dos noches en el recinto.

Se tomó su tiempo para dar sus primeras y pocas palabras: "Para Gustavo", dijo para homenajear a Cerati en "El rey del rock and roll", que recibió respuesta de gritos. A continuación sonaron los primeros acordes de "La carta" y "No te apartes de mi", cover de Roberto Carlos incluido en 5 y en el cual se ejecutó un video con la presencia de su esposa, Valeria Bertuccelli, que lo acompañó a dueto gracias a la tecnología.

Tras asotar su micrófono contra el suelo hizo una pequeña reverencia y puso un momento romántico y de sentimentalismo con "Algo contigo", tema que generó gritos de emoción y que poco después lo hicieron acreedor de chiflidos a lo que respondió posando y dando vuelta.

"Buenas noches. Queridísimos amigas y amigos, qué honor y que placer poder tocar algunas canciones esta noche para ustedes. Hoy es una noche distinta, es nuestra y única porque es especial ya todos sabemos por qué, y en honor a él (Gustavo Cerati) y a su arte sepan que los minutos que estamos transcurriendo son únicos e irrepetibles, siempre distintos y es bueno recordarnos que tenemos esta suerte de poder encontrarnos en teatros bonitos, escuchar música y dedicar nuestra vida a cosas como esta que son de las mejores que pude pasar", saludó por fin.

Vicentico confesó sus nervios por no saber cómo continuar y bromeó un poco con los asistentes, pero con guitarra en mano implantó un espacio acústico en "Escondido" y después "Siguiendo la luna", el primero de los éxitos de Los Fabulosos Cadillas de la noche y que fue seguida por aplausos junto a las miles de voces que cantaron con él al igual que "El aguijón".

De nuevo con su banda, siguió con "Paisaje" y "Puro teatro", donde se quitó y se puso el saco nuevamente como lo haría durante todo su concierto. "Soy un gordo muchacho, lo hacen para que me ponga contento", refirió ante los piropos.

Con una finta sobre tirar la toalla con la que se secó el sudor comenzó a despedirse y mandó besos al ritmo de la eléctrica versión de "Morir a tu lado" y finalmente "Sólo un momento". Pero minutos después volvió con la aclamada "Basta de llamarme así" como preámbulo de "Fuera del mundo", sus pasos de baile en "Creo que me enamoré" o "Tiburón" llevando su nombre a ser ovacionado.

Pidió silencio y apagar las luces para lo que aseguró encaminaría el final de la noche con "Los caminos de la vida" y una imagen de todas la manos de los presentes arriba y tras los gritos de "otra" se quedó solo en el escenario donde complació con "Vasos vacíos" para desaparecer a las 22:41 tras dos horas de concierto.

jlc