Dos cambios de vestuario, gritos enloquecidos, rosas rojas besadas por él, baile al ritmo de bachata y hasta una serenata con mariachi fueron algunos de los momentos que casi diez mil personas vivieron al lado de Prince Royce la noche su debut en el Auditorio Nacional en donde, además de obtener un disco de oro por sus ventas en el país, contó con la participación del puertorriqueño Daddy Yankee.

En un concierto de casi poco menos de dos horas de duración, salió al escenario conformado por una estructura de escalera con pantallas en los peldaños a las 21:07 horas, para complacer y hacer cantar a su público en promoción de su más reciente álbum Soy el mismo, comenzando con "Kiss kiss" para despertar los cantos "Te robaré" y el romanticismo en "Te me vas".

"Pero qué público tan bonito. Sinceramente para mi es un honor estar con ustedes esta noche, no me lo creo todavía que estoy en el Auditorio Nacional", saludó con una sonrisa para seguir con "Corazon sin cara", "Stand by me", provocando que los presentes movieran los brazos de un lado al otro, para continuar con un formato acústico con "Addicted", mientras salía un poco de humo desde el frente, y "Nada", donde se vio desde el techo un espectáculo de pirotecnia.

Desatando la locura interpretó también "Tu príncipe", "Te perdiste mi amor" con la imagen y voz de Thalía presentes gracias a la tecnología y "Su hombre soy yo", en donde eligió a una chica para subir al escenario, misma que disfrutaría de los mariachis para abrazarlo, besarlo y bailar con él en "Incondicional".

Otro de los eventos inesperados fue la repentina presencia de Daddy Yankee en el tema "Ven conmigo" haciendo el coloso de Reforma saltar para concluir con el éxito más esperado en "Darte un beso" con papeles y humo emanando desde el escenario.

jlc