Porsche de Walker era conducido a 160 km/h
AUTOPSIA. Divulgaron los resultados. (Foto: AP )
christian.leon@eluniversal.com.mx
Los resultados de la autopsia realizada al cuerpo de Paul Walker se han dado a conocer y revelan que el histrión murió víctima de los efectos combinados de las lesiones traumáticas y térmicas, tras el accidente automovilístico que sufrió, y que sus órganos quedaron totalmente calcinados, por lo que no pudieron ser donados como el hubiese querido.
El informe del forense, publicado por el sitio TMZ, detalla que el cuerpo de Walker presentaba múltiples fracturas, incluyendo mandíbula, clavícula y el brazo izquierdo, así como costillas rotas y fractura de pelvis.
En el documento, publicado ayer por la oficina del forense del condado de Los Ángeles, se detalla que el vehículo en el que viajaba Walker y que chocó contra un poste de luz el 30 de noviembre —un Porsche GT 2005— iba a una velocidad superior a los 160 kilómetros por hora.
Además se detalló que el cuerpo del protagonista de Rapido y furioso estaba acostado en el asiento del pasajero en una “postura pugilística”, una posición defensiva, como si estuviera preparándose para el impacto.
El informe continúa con que el actor de 40 años tenía 14% de saturación de monóxido de carbono en su torrente sanguíneo, cuando el nivel normal es de 2%, mientras que su compañero que conducía tenía 10%.
Agrega que después del impacto el auto giró 180 grados, chocó contra un árbol y casi se partió por la mitad antes de estallar en llamas.
En la traquea de Walker, precisan, había “poco humo”; se cree que bastaron unas cuantas respiraciones después del impacto para que el actor muriera.