La primera visita del neoyorkino Marc Anthony este año al país provocó un griterío generalizado de las casi diez mil personas que acudieron al Auditorio Nacional.

Desde el primer momento en el que el rostro del salsero apareció en la pantalla, los piropos comenzaron a escucharse. Concentrado y decidido Anthony recorrió el camino desde su camerino hasta el escenario.

Vestido con su tradicional traje y camisa negra, los lentes oscuros no durarían toda la noche. "Valió la pena" fue el tema encargado de poner a bailar a los asistentes, quienes se tardaron un poco en calentarse.

"Mi gente esta noche se pueden levantar, se pueden parar que para eso estamos aquí esta noche", dijo el cantante en un par de ocasiones.

Coqueto, divertido y sencillo Marc Anthony se dejó hacer uno que otro selfie con las fans que corrían al escenario con su teléfono en la mano. Se dio tiempo de saludar, mandar besos y mirar a una que otra seguidora para sonrojarse y exclamar "ya me conseguí una novia".

Con tan sólo 12 canciones y un repertorio que va desde sus incios en la salsa, pasando por una que otra canción melancólica, hasta su más reciente éxito "Vivir mi vida", que lo ha hecho ganar un Grammy y un Grammy Latino, fue el repertorio que puso a retumbar los muros de Auditorio Nacional y a llenar los pasillos de bailarines.

Entre pausas que usó para hidratarse, Marc Anthony se quejó de la ausencia del tequila. "Que grosería", exclamó. "Mas que ayer", "Y quién es él", "Vivir lo nuestro", "No hay nadie como ella",
"Que precio tiene el cielo", "Hasta que te conocí" completaron en set list.

El cantante de raíces puertorriqueñas dio muestra de sus pasos de baile, lo cuales con tan solo un movimiento de cadera desataba el griterío. "Esta guapísimo, mira que talento, ¡papito!", fueron de los comentarios que se escuchaban en el público.

Tras regresar a complacer a sus fans con dos temas más Anthony se despidió del escenario tras dos horas de show. El cantante tendrá tres presentaciones más en el coloso de reforma.

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