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No importa cómo, por dónde o con quien, lo que importa es el amor, es la máxima de la puesta en escena "Tengamos el sexo en paz", que subió su telón el pasado lunes en el Teatro 11 de julio, con las actuaciones de Luz Elena González y Marcus Ornellas.

Sin más elementos que unas sexies sillas, un árbol con un erótico diseño, algunas frases proyectadas en los muros y el buen humor de los dos actores, Tengamos el sexo en paz llevó a los espectadores por un recorrido por el mundo de la sexualidad humana y sus diversas facetas.

"Lo que tratamos de hacer es que la gente además de divertirse, se concientice con esta parte de nuestro cuerpo, con la sexualidad, disfrutarlo y quitarnos muchos tabúes, que de alguna manera pueda aprender algo, llevarse ese aprendizaje a casa y ponerlo en práctica con la pareja", dijo la actriz.

Con un sentido del humor ligero, tanto Marcus como Luz Elena hablaron a los asistentes de temas como la eyaculación precoz, el punto G, la virginidad, el orgasmo, la primera relación sexual, el pene, por mencionar algunos, tratando de integrarlos a la dinámica interactiva que tiene el montaje, aunque no siempre tuvieron la respuesta esperada.

"¿Quién quiere ser mi mamá?", preguntó Luz Elena al público, cuando recibió la negativa de una dama a su invitación para subir al escenario, y fue su colega Lupita Sandoval la que respondió. Sin intimidarse, la protagonista de melodramas como Una familia con suerte, siguió con el espectáculo que poco a poco fue arrancando sonrisas a los espectadores.

Entre el público se pudo ver a Bernardo Martínez, esposo de la actriz, quien se divirtió viéndola en escena, situación que no provocó nervios en Luz Elena. "La realidad es que me apoya en todo, aunque para él el tema le parece fuerte, porque sí estuvo lleno de muchos tabúes con respecto a la sexualidad de niño, lo tuvo que superar porque es parte de mi carrera".

Al final Luz Elena agradeció el apoyo de sus compañeros en escena, Marcus Ornelas y Juan Colucho, con quienes estuvo ensayando todos los días desde hace un mes.

"Estoy bien contenta porque son excelentes actores, son muy generosos, siempre están dispuestos a ayudar y a sacar esto adelante, yo les hablaba y les decía ‘no sean mala onda, nos vemos en el teatro dos horas antes para poder estudiar juntos', nos veníamos a trabajar y eso no tiene precio".

Empatía que se reflejó en el escenario al momento de las escenas sensuales o cuando tenían que resolver situaciones que no estaban ensayadas, y que al final lograron divertir a el público.

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