Sólo bastaron poco más de 60 minutos para que Lorde enamorara y se ganara al público mexicano en su primera visita a este país. A pesar de ser una estrella en ascenso, la cantante ofreció un recital íntimo pero energético y colorido en la recién nombrada mejor ciudad del mundo, San Miguel de Allende.

Fiel a su estilo poco ostentoso y más relajado -a pesar de haber ganado dos premios Grammy hace apenas un par de meses- en su presentación en San Miguel (al igual que lo ha hecho en su gira por el continente) la cantante neozelandesa prestó más atención a su voz y desenvolvimiento sobre el escenario que a grandes producciones atiborradas de luces y sonidos.

Teniendo como escenario la Plaza de Toros de oriente de esta ciudad, Lorde marcó con su talento y voz cada unos de los temas que envolvieron a los casi mil asistentes que, pese al helado clima, no dejaron de alabar y corear cada pieza.

En escena sólo se vislumbraba su banda de dos músicos, un baterista y un tecladista, y de fondo un gran telón rojo y un foco tan blanco como el color de su piel. La intérprete comenzó su espectáculo de manera estruendosa y potente con el tema "Glory and gore".

A este le siguieron otros como: "Bitting down", "Tennis court" y " White teeth teens", con los cuales hizo honor al disco que la ha encumbrado, pues para sus fans fue como "Heroína pura", verla actuar sobre el templete.

Uno a uno, la potencia que exuda esta cantante de 17 años no parece ser equiparable a la experiencia que mostró sobre el escenario, que rebasó cualquier brecha generacional. Entre luces de colores, sonidos y uno que otro particular baile, Lorde logró contagiar de energía a las almas que coreaban cada una de sus melodías y que asemejaban el estilo gotico-chic de la cantante.

En ocasiones la cantante estaba tan inmersa en su interpretación que parecía olvidar que estaba frente a miles de personas y regresaba a su etapa de niñez en la que escribía y cantaba canciones en su habitación en Nueva Zelanda.

No podía faltar "Royals", la canción que la dio a conocer y que parece ser el nuevo himno de esta generación de jóvenes que como la cantante expresó "buscan algo más que música sin contenido" y el cual mostró al ejecutar canciones como "Buzzcut season", "Swinning party", "400 lux" e "Easy".

En la recta final se su breve pero potente show, Ella Yelich-o ' Connor -nombre real de la joven cantante- se tomó unos minutos para agradecer a su público mexicano, del cual expresó estar sorprendida, y dio una breve introducción para hablar acerca del primer tema que tocaría a continuación y que fue de los primeros que compuso.

Así, una horda de adolescentes saltaron cuando escucharon los primeros acordes de "Ribs" y no pararon de bailar y entonar en los últimos temas: "Team" y "A world alone", en medio de una lluvia de emoción y de confeti que inundó la plaza de Toros que esta noche se convirtió en la mejor carta de presentación de Lorde en México.

pr/sc