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César Millán, el conocido Encantador de perros, tenía 21 años cuando pasó su primera Navidad en solitario, esperando tener como regalo el poder cruzar a Estados Unidos.

Era 1990 y abandonó su natal Sinaloa buscando ser un entrenador de canes. Su idea era aprender el oficio en el país del norte.

“Cuando me fui de México, llegué primero a Tijuana; así que pasé la Navidad en la frontera y mi regalo era cruzar, pero me tardé unas dos semanas en poder hacerlo.

“Esa vez vi todas las luces (navideñas) del lugar y viendo que podía estar del otro lado, teniendo la esperanza; ha sido una de las navidades más solas, pero con esperanza en la vida”, comenta divertido, en entrevista, durante la presentación de su línea de artículos para perros en Liverpool.

¿Qué es lo más difícil de ser César Millán?

¡Ser papá, porque había criado muchos perros, jamás niños! Cuando uno está en esto, viaja mucho y la ausencia a veces los puede desviar (a los hijos).

Al ser educador de perros ¿te pasa igual que a los doctores? Cuando sabes que está uno cerca, le preguntas cosas...

¡Ni al baño puedo ir, estoy ahí, se voltean a verme, me llaman y me preguntan cosas! ¡No hay privacidad!, es lo bueno y lo malo de ser reconocido.

¿Qué piensas de la ley sobre migrantes que se está viendo en EU?

¡Qué bueno que se está empujando algo al respecto! En Estados Unidos se entiende, se reconoce que sin nosotros no existe su economía. En una manada, hay tres posiciones: la de abajo, la de en medio y la alta. Nosotros cubrimos la de abajo y sin esa no hay fundamentos, no hay mano de obra barata, ellos saben que si quitan ese grupo de personas, que me incluye a mí, la economía se derrumba. No queremos ser americanos, vamos por necesidad, no es que seamos criminales, queremos ayudar, tener una oportunidad.

Hay muchas películas sobre perros, pero, ¿te han ofrecido una sobre tu vida?

Siempre me lo han pedido, pero mientras más viva en este mundo, más jugo tendrá. Ya ven, acaba de pasar el rumor de que me morí (risas). Lo que pasa es que cuando entiendes cómo funciona Hollywood, pues quieres ser dueño de ese material. (Entonces) estamos esperando ahorita ser socios.

No sé quien me interpretaría, pero aunque no nos parecemos en nada, me gusta cómo actúa Gael García (Bernal), es un actor que me gusta cómo agarra los papeles y la pasión que les da.

¿Cuál ha sido la peor mordida que te ha dado la vida?

La de mi ex (esposa): una mordida grande de abogados y te quitan todo. Las de los perros, sanan y ya no duelen, soy como los toreros (risas).

En una entrevista dijiste que alguna vez pensaste en ser narco...

(Risas) Tenía 10 años y era un momento en que pensaba: ‘¿qué puedo ser’ (de adulto)? Quería ser cantante y artista de novelas para besar a las mujeres; hay muchos niños que quieren ser futbolistas y me atraía eso.

Claro, ves a los narcos, cómo los tratan y pues... Nunca me ofrecieron nada, aclaro, cuando lo dije, mi mamá me dio una cachetada. Me dijo: ‘si quieres matarme, eso vas a hacer. ¿Quién va a querer matar a su madre?’

¿Qué piensas de las peleas de gallos o donde los animales son puestos para pelear?

El humano tiene una forma de entretener salvaje, los gladiadores se mataban entre ellos. En la cultura humana tenemos que madurar y evolucionar. Ves documentales y ves al león y la cebra juntos porque el primero no tiene hambre y la otra lo sabe. El humano los mataría sólo por su piel.

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