Lo que Jake Bugg tuvo de inexpresivo con el público mexicano en su más reciente visita al Distrito Federal fue inversamente proporcional a la entrega, calidad y pasión que desbordó con su música.

Antes, Juan Cirerol teloneó y fue calurosamente recibido por una audiencia que en su mayoría estaba compuesta por adolescentes, jóvenes y uno que otro padre de familia y niños, quienes durante casi media hora disfrutaron al cantautor proveniente de Mexicali, Baja California, con melodías como "La chola" y "Se vale soñar".

El indie-folk-rock orquestado por el nacido en el Reino Unido, Jake Bugg, dio inicio a las 21:30 horas de un jueves "revolucionario" con "Messed up kids".

Con una guitarra perfectamente afinada e incrementando la fuerza de sus acordes, Bugg continuó con "Seen it all".

Resguardado por un baterista y un bajista, Jake siguió cautivando a su audiencia mexicana con "Storm passes away" una melodía más country que folk.

Siempre sobrios en sus respectivos instrumentos, Bugg y compañía encantaron a un José Cuervo Salón semi-lleno con "Trouble town".

Los primeros coros más potentes se dejaron escuchar con "Me and you", una romántica canción que sacó a relucir la parte más sensible de los asistentes.

"Two fingers" fue uno de los primeros grandes éxitos de este talentoso británico, quien le brindó una versión más light a su público mexicano, quienes la potenciaron coreándola lo más fuerte que pudieron.

Pero la velocidad regresó al entarimado con la fugaz "There's a beast and we all feed it", para dar paso a otra de sus obras más rock "Ballad of Mr. Jones".

Otra melodía amorosa, "A song about love", resaltó la parte interpretativa con la que Bugg se ha ganado las comparaciones que muchos críticos especializados le han hecho respecto al legendario Bob Dylan.

Jake también hizo sonar una de sus canciones de más reciente manufactura, la cual no está incluida en ninguno de los dos álbumes que ha editado este joven, que apenas llega a los 20 años de edad: "Hold on you".

"Simple pleasures" fue otro gran momento melancólico, que comenzó en cierta paz para ir in crescendo, volver a bajar, subir otra vez y alcanzar el clímax con Jake rasgando su guitarra con maestría y enloquecer a sus seguidores.

La parte más rockanrolera su volvió a dejar escuchar con "Kingpin", otra canción de su más reciente álbum de estudio Shangri La.

Las luces del recinto se ponían a tono, verde, cuando "Green man" sonó. De igual forma, la iluminación del lugar tuvo que ver en la euforia causada por "Taste it", la cual puso a bailar rock'n'roll a quienes no estaban siendo aplastados por la muchedumbre.

"Slumville Sunrise" siguió dándole música potente a sus fanáticos quienes al finalizar la canción le brindaron a Jake Bugg la ovación más fuerte hasta el momento.

Una de las últimas canciones de Bugg fue "What doesn't kill you", quien volvió a ser aclamado al máximo pero que jamás mencionó algo más que un breve, "Gracias".

Solo Jake en el escenario, su guitarra, una luz semi cenital y su grandioso público, bastaron para hacer de una de las últimas canciones de la velada, "Broken", un pre-cierre memorable.

Palmadas en el aire al unísono fueron el complemento perfecto para el principio del fin; "Lighting Bolt" cerró una presentación que abarcó la corta pero muy prometedora carrera de Jake Bugg, a quien sin duda México acogerá cuantas veces lo desee.

jlc