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El género de las telenovelas le abrió el camino internacional a Thalía para darse a conocer en diversos países, pero ahora se encuentra en un momento de libertad para decidir sus tiempos y proyectos donde no tiene cabida encerrarse en un set.

“Las novelas se me hacen muy esclavizantes, me encanta el género porque me dio a conocer y estoy muy agradecida ya que han sido algo maravilloso en mi camino. El proceso de grabarlas es demasiado exigente y es lo único que no se me antoja”, expresó la cantante, que recientemente fue invitada a La Voz... México, como en la primera edición, y volvió a rechazarla.

“Eso de ser juez no se me da, me gusta ser positiva y que mis comentarios vayan de esa manera. Creo que por eso no me ha interesado”, agregó.

Para ella la sociedad se ha transformado de forma que la vida se tiene en la mano y a un sólo toque gracias a los teléfonos inteligentes con una tecnología que brinda más opciones de entretenimiento y contenido que antes, cuando la industria sólo se enfocaba en la radio, la televisión y el cine.

“Lo que hay que hacer es adaptarse continuamente, ir creciendo, moviéndose y seguir escribiendo música, pero la gente debe entender que no es solamente la canción de un artista sino que de la venta de un disco físico viven familias enteras de todos los involucrados”, afirmó.

En su reciente visita al país por la promoción de su último disco de estudio Amore mio, la mexicana aprovechó para visitar a su familia, aunque afirmó que frecuentemente suele escaparse con su marido a un resort o a visitar a sus amigos para nunca abandonar un país al que ama y nunca olvida, pero como lo hace de manera incógnita es que no se habla de ello.

“Hacer proyectos en otros países que no es el de uno te ayuda, te inyecta otra energía, ves otro mercado y nuevas propuestas. Sin embargo creo que lo que uno trae siempre será la esencia; en mi caso a donde voy me encanta que mencionan: ‘llegó la reina azteca’, ‘llegó la mexicana Thalía’. Donde tengo oportunidad de platicar de las costumbres y tradiciones de nuestro país lo hago con placer y la gente se enamora de todo lo que tenemos”.

Mediante lo que define como una fotografía expuesta de su corazón, su sentir y personalidad actual como mujer y artista, es que explora diferentes ángulos y colores del amor en este nuevo álbum, añadiéndole además una lírica tanto romántica como de desahogo, traviesa o sexual.

“Me gusta que sea una invitación a liberarte y vivir lo que sientes, también es un reflejo de en lo que me he convertido. Regresé un poco a esa cantautora de mis primeros discos como solista, ahora compongo canciones más abiertas, atrevidas y es algo que no se buscó sino que así se fue dando cuando me junté a componer con José Luis Roma o Armando Ávila”, refirió.

Como esposa, madre, cantante, actriz e incluso empresaria es que se dice una persona hiperactiva, por lo que cerrará el año en promoción y a la espera de que su tour comience a finales del verano del siguiente año. Mientras tanto, iniciará nuevamente su colección de ropa y accesorios con la tienda estadounidense Macys, seguirá escribiendo un nuevo libro y terminará lo que es su proyecto Viva Kids Vol. 2.

“Las experiencias van abriendo la conciencia; mientras más vives y experimentas tanto cosas buenas como malas aprendes de ello. He tenido la fortuna de saber cambiarme de piel conforme a las circunstancias, de reinventarme, levantarme una vez más cuando las cosas fueron mal y eso al final te da un sentido de seguridad muy importante”, finalizó.