Tenía que ser Roberto Gómez Bolaños
LEGADO. Sus personajes son íconos de la comedia mexicana. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Roberto Gómez Bolaños pertenece al selecto grupo de personas que se convirtieron en una leyenda antes de morir.
En la cúspide de su carrera, sus programas semanales 'El Chavo del ocho' y 'El Chapulín Colorado' eran vistos por 300 millones de personas en casi toda América.
Dos décadas después de que dejaron de producirse (1992), aún son transmitidos de manera intermitente en países como Chile, Venezuela, Bolivia, Estados Unidos y México, entre otros.
Según datos de la revista Forbes, 'El Chavo del ocho' y 'El Chapulín Colorado' produjeron mil 700 millones de dólares tan sólo de 1992 a 2012; aunque según Roberto Gómez Fernández, hijo del ídolo, son cifras “ridículamente lejos de la realidad”.
Rejego en un principio, Gómez Bolaños abrió su cuenta de Twitter y tenía 6.6 millones de seguidores. El programa 'El Chavo animado', que inició en 2006, va en su séptima temporada, y en 2012 salió a la venta el videojuego 'El Chavo', en plataforma Wii.
Para el futuro próximo se tiene contemplado el estreno de una película en 3D, con un costo aproximado de 15 millones de dólares. Por eso y muchas cosas más, Roberto Gómez Bolaños se convirtió en leyenda y lo mataron muchas veces antes de tiempo.
El 24 de octubre de 2012, Chespirito escribió en su Twitter:
“Fíjense que hoy chequé y no, todavía no me muero. Ni en Twitter ni en ningún otro lado. Saludos de su amigo”, bromeó el actor.
Ese tipo de rumores arreciaron en noviembre de 2009 cuando fue operado de la próstata de manera preventiva, y luego, a principios de 2010, dos veces más por cuestiones terapéuticas.
Finalmente, la parca llegó como siempre, sigilosa, cuando ella lo decidió, y no cuando se le ocurrió a personas ociosas, como aquellas que el 15 de julio de 2008, cuando de manera artera y grotesca enviaron a miles un correo electrónico avisando el fallecimiento del guionista, actor y director; en esa ocasión se tomaron la molestia de diseñar una página falsa del diario La Crónica de Hoy, con un supuesto cable de agencia noticiosa. Por si fuera poco, se trataba de un mensaje con virus informático.
La polémica como destino
Chespirito solía recordar con orgullo la valla humana que lo vitoreó a lo largo de 17 kilómetros en Santiago de Chile, y las 5 mil personas que hicieron guardia permanente en el hotel donde se hospedó. Sin embargo, sus detractores vieron otro lado de aquella visita, pues 'El Chavo del ocho' y sus acompañantes se presentaron en el Estadio Nacional de la capital chilena, luego de que ese sitio había sido usado como cárcel política por el dictador Augusto Pinochet.
Con todo el poder de su fama, en 2000 y 2006 Gómez Bolaños apoyó con spots las candidaturas de Vicente Fox y Felipe Calderón a la Presidencia de la República.
En 2005, en Buenos Aires, fue invitado estelar del programa 'La noche del 10', conducido por Diego Armando Maradona, quien se declaró ferviente admirador del mexicano.
Ante una pregunta del ex futbolista, Gómez Bolaños dijo que, en esos momentos, México tenía “al mejor presidente de los últimos 100 años”, pero que le estaban metiendo “muchas zancadillas”.
En 2007, Gómez Bolaños hizo un spot en contra de la despenalización del aborto en el Distrito Federal.
Decía: “Hola, soy su amigo Chespirito; cuando yo estaba en el vientre de mi madre, ella sufrió un accidente que la puso al borde de la muerte. El médico le dijo: ‘Tendrás que abortar’. Y ella respondió: ‘¡Abortar yo, jamás!’ Es decir, defendió la vida, mi vida, y gracias a eso estoy aquí”.
En el año 2007, Fernando Rodríguez, hijo del narcotraficante colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, publicó en el libro El hijo del ajedrecista que Roberto Gómez Bolaños y Juan Gabriel habían actuado pagados por el narco.
'Chespirito' desmintió escribiendo de su puño y letra:
“Nunca he estado ligado al narcotráfico en ninguna de sus formas… Nunca he tenido conocimiento de haber actuado para ningún narcotraficante pero quiero aclarar que, como artista, cuando doy un espectáculo, no solicito a todos los asistentes sus identificaciones y cartas de recomendación o de no antecedentes penales”.
Respecto a la desaparición física, Roberto Gómez Bolaños le dijo al diario chileno La Tercera: “Pienso a diario en la muerte, pero no me preocupa, simplemente me da curiosidad. Tiene que llegarnos a todos. Es la súper incógnita: qué va a pasar. Me angustia, pero no demasiado, creo que no pasa nada terrible”, dijo entonces.
Lo que le preocupaba era el destino de su esposa, Florinda Meza, y de los seis hijos que había procreado antes de unirse a la actriz: “Yo sólo les he dicho que sigan actuando bien, no seré responsable de lo que pase con ellos después de mi muerte”, manifestó el comediante.
También aceptó que tenía una cuenta pendiente por el quiebre de su amistad con Carlos Villagrán (Quico) y María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina), con quienes tuvo problemas legales por los derechos de autor de esos personajes: “Siempre me ha dolido ese tema porque si acaso hubo excesos fueron de allá para acá, nunca desde adentro mío. Los he querido a todos y los quiero a todos. Si alguien ha dicho algo imprudente, no me enojo, me da pena, tristeza, porque ese equipo fue mi máximo orgullo”.
A principios de 2012 se le rindió un gran homenaje en el Auditorio Nacional, al que asistió delicado de salud, en silla de ruedas. A partir de entonces, se fue a vivir a Cancún de manera permanente.
El hombre que no leía novelas porque le parecía un género aburrido, fue el gran creador de personajes populares, incrustados, quiérase o no, en el inconsciente colectivo.