Su heredero, sus restos y el panteón
RESTOS. Su cripta está cuidada. (Foto: SUGHEY BAÑOS EL UNIVERSAL )
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“María bonita” siempre fue definición de elegancia y glamur, algo que contrastó con el escándalo por la exhumación de su cuerpo a cuatro meses de su deceso con el fin de esclarecer las causas de su muerte.
El resultado, una insuficiencia cardiaca terminó con su vida. Desde entonces descansa en un sobrio y sencillo mausoleo, en cuya placa al interior se leen también los nombres de su hijo Enrique y de sus padres; y que sirve como único santuario para sus seguidores. “Muchas personas (fans) vienen a ver su capilla”, dijo el señor Arturo, encargado de dar mantenimiento a las tumbas. También comentó que el sepulcro diario se limpia, pero ignora quién paga el servicio.
Obras de arte, joyas, muebles y artículos personales fueron vendidos por su heredero, Luis Martínez de Anda, en 2007, al igual que su casa en Polanco, que fue derrumbada a inicios de marzo de este año.