Spielberg compra los derechos de cinta japonesa
OBSERVADOR. Su creador, Hirozaku Koreeda, aclara que no tendrá relación alguna con el remake del filme. (Foto: ESPECIAL )
Algo tiene esta historia japonesa, para que Steven Spielberg, considerado 'el rey Midas de Hollywood', haya decidido comprarla con el fin de hacer una nueva versión.
Su creador Hirozaku Koreeda está feliz, pero vía Skype desde el archipiélago del sol naciente, aclara que no tendrá relación alguna con el remake del filme De tal padre, tal hijo.
"Sólo estaré como observador, Spielberg (E.T el extraterrestre y Tiburón) será el encargado del guión, por completo", dice el realizador.
La película que llega este viernes a salas mexicanas, aborda el caso de un exitoso arquitecto y su familia, quienes un día reciben la llamada telefónica que les informa tener a un hijo equivocado.
Por equivocación, en el hospital se intercambiaron bebés con otra familia, por lo cual comienza un recorrido de identificación en ambas.
Hollywood ya ha tenido en su manos remakes basadas en historias japonesas, como Ringu, que en occidente se conoció como El aro. La crítica ha calificado como mejor, la original.
"No hay inquietud alguna mía, en ese sentido, la única es que se realice la película, porque luego hay muchas así y no terminan por filmarse", expresa Koreeda.
El entrevistado estuvo mediaticamente el año pasado al ganar en Cannes y San Sebastián, considerados festivales de cine de primer orden, así como en otros como Vancouver y Sao Paulo. Todos por De tal padre, tal hijo.
Es considerado como uno de los más importantes realizadores del cine japonés en la última década, debido a sus historias íntimas de personas, que contrastan con el género del terror, el más vendido en el orbe.
Su nueva historia significa su intromisión al tema de la paternidad, en un país donde se producen cerca de 500 película anuales, pero sólo el 10 por ciento llegan a cristalizarse en la pantalla grande.
"Investigué antes de realizar la película, leí periódicos, libros; hace 40 o 50 años era cosa común (el intercambio accidental), en ese entonces se elegía después de años a los hijos de sangre, por encima del respeto con los que llevaba viviendo tiempo", apunta.
"Trabajar con niños no fue complicado, yo hago que se diviertan, así se logran hacer estas historias", explica Koreeda.