Silvia Navarro, lejos de la banalidad

OBRA. "El Misántropo o el Violento enamorado" se presenta actualmente en el Centro Cultural Helénico. (Foto: JORGE RÍOS / EL UNIVERSAL )
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Moliere, el dramaturgo francés autor de El médico a palos o Tartufo el impostor, decía que las grandes verdades de la vida, a pesar de su crueldad, entraban a través de la risa.
Y la puesta en escena El Misántropo o el Violento enamorado fue una crítica a la nobleza gala, sus apariencias para seguir arriba, pero con todos los vicios que despreciaba la sociedad.
La obra se presenta actualmente en el Centro Cultural Helénico, donde terminará temporada el primer fin de semana de agosto, protagonizada por Silvia Navarro y David Hevia.
Previo a las funciones del pasado sábado, Silvia recibe a EL UNIVERSAL para hablar de cosas alusivas a la puesta en escena.
¿Cuándo fue la última vez que a través de la risa, te diste cuenta de cosas?
El Misántropo, precisamente, hizo que me diera cuenta de cómo llegamos a los excesos o banalidades o a muchísimas cosas por servir a otro, antes que a uno.
¿En tu caso es difícil tener fama y reconocimiento y que el público espere ciertas cosas de ti en la calle?
Tiendo a ser como soy, si estoy un día de malas o corriendo, trato de corresponder al saludo, no sé si tenga la mejor actitud, pero también somos seres humanos. Trato de corresponder y agradezco que me tomen una foto ¡pero no me gusta la onda paparazzeada!
No necesariamente actúo a ser la persona perfecta que estoy en el trabajo, no lo suelo hacer todo el tiempo, tal vez quisieran al personaje de la telenovela y no es así. Creo que el tiempo me ha dado la oportunidad de darme cuenta de que gracias a Dios tengo trabajo y soy afortunada y bueno o malo, siempre van a hablar de mí, entonces prefiero estar contenta conmigo, congruente conmigo en lo posible y pues ahora sí que primero yo, luego yo y después, yo.





