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"Debo reconocer que Shrek no ha funcionado como yo esperaba, ustedes saben que hablo siempre con la verdad; a nivel económico, pero a nivel artístico el show es simplemente maravilloso".

De esta manera fue como el productor Gerardo Quiroz reconoció que el musical sobre el ogro verde no ha tenido el éxito que esperaba, pues considera que los mexicanos no están acostumbrados a pagar por un espectáculo de gran nivel.

“El público cree que es una matiné, que es para niños, y no es cierto, es un musical de Broadway, entonces cuando ven que el boleto cuesta 600 o 700 pesos, dicen que está carísimo. Yo digo que es un musical con más de 50 cambios escenográficos, con un vestuario majestuoso, con actores y actrices muy caros, tienes a una orquesta en vivo, eso cuesta”, añadió.

Shrek el musical forma parte de esos fracasos taquilleros, que pese a representar pérdidas en su país de origen, son comprados en otras latitudes del mundo en donde tampoco tuvieron éxito.

Tras su estreno en Broadway en diciembre de 2008 y con una temporada que terminó 12 meses después tras las bajas ventas en taquilla y críticas encontradas, la obra que narra la historia del ogro verde ha sido montada en más de 13 países y dos más a estrenarse el año entrante.

Sin embargo, en ninguno de los 13 montajes, el musical ha logrado mantenerse más de seis meses en cartelera.

Algunas críticas estadounidenses dijeron tras el estreno del montaje en Broadway: “Shrek es un montaje caro y demasiado insostenible”.

Al menos en Estados Unidos se invirtió más de 24 millones de dólares en su producción.

En palabras de Quiroz en México, el espectáculo fue poco costeable, pues a parte del costo de los derechos, se le sumó el vestuario, técnicos y el pago de actores, lo que hacía que la cantidad de boletos que se tenían que vender para que no hubieran pérdidas era grande, algo que no sucedió.

“Teníamos que vender al menos 300 boletos, y sólo en dos de las 10 semanas lo logramos”.

Por ello, Quiroz reconoció a la tercera semana de estreno que la obra no funcionaba, razón por la que decidió decirle adiós.