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Gustavo Santaolalla conoce los problemas que ha pasado México en los últimos días, desde la muerte de un joven en el Festival Cervantino hasta las inconformidades por los acontecimientos en el estado de Guerrero.

“Es algo que nos toca de una forma medio personal porque hemos vivido una situación similar en nuestros países; yo en 1978 me fui de Argentina y aún estamos en un proceso de recuperar y solucionar tantas cosas que quedaron sin resolver”, comentó el músico y mentor del rock en español.

“ Es doloroso que a un país tan hermoso, en su gente y cultura, le pase esto; apoyamos el movimiento para que se aclare y se entienda cómo es que operan determinados fuerzas policiacas, económicas, militares o paramilitares y que se sepa de los responsables de estas atrocidades para que se pueda estar en paz”, expresó Santaolalla, quien habló del recuerdo con la dictadura militar en su país, la cual dejó a más de 30 mil desaparecidos en un proceso que ahora se sigue juzgando.

El reconocido productor de más de 100 discos para otros artistas, incluyendo el Re de Café Tacvba, se siente como en casa cada vez que pisa tierras mexicanas, ya que la influencia de este país lo sigue desde las películas que pasaban de Tin Tan y Jorge Negrete.

Santaolalla no juzga la tecnología porque su beneficio depende de cómo es utilizada. Lo que pide es que se controlen los “problemas de proliferación” que a veces no dejan la justa compensación. Para él, quien dijo tener mucho más que hacer en por lo menos 10 años antes de comenzar a pensar en una autobiografía, el éxito depende de lo que hizo y lo que decidió no hacer.

“No soy de la idea de esperar a la inspiración sino que creo que se debe de trabajar para encontrarla”, refirió el músico.

Con la música incidental así como versiones de canciones ya existentes además de escribir algunas originales junto a Paul Williams es que produjo el soundtrack de la película El Libro de la Vida, dirigida por Jorge González y producida por Guillermo del Toro.

“Desde hace mucho tiempo que tenía ganas de trabajar con Guillermo del Toro. Para mí es importante porque es un filme único en la animación por lo estético y los detalles, es algo inusual que me atrapó porque me gustan los desafíos, salirme de la zona de confort y tener nuevos riesgos como el año pasado un videojuego”, indicó.

Esta película le implicó trabajar junto a una orquesta de entre 70 y 90 músicos más los coros en un proyecto en el que estuvo involucrado por cerca de dos años.

El ganador de dos premios Oscar afirma que al director le costó convencer a una gran productora para hacer algo tan diferente y alejado de los parámetros de Hollywood.

“Fue un desafío para Diego Luna adentrarse a cantar pero hizo un gran trabajo y estuvo comprometido en la grabación ya que la interpretación ya la traía; tuvo un entrenador y al final llegamos a dos momentos de gran emotividad. Diego puede llegar a ser un gran cantante”.

En México con Bajofondo. Presente es el último álbum de estudio de la banda Bajofondo y que representa un momento más personal por no tener etiquetas pero sí una identidad propia que fusiona distintos géneros.

“Nosotros vamos planificando pero al final improvisamos y nos aventuramos a lo que venga tanto en los territorios a los que vamos como en los proyectos, así que no hay una fórmula”, argumentan los músicos.

Juntos han madurado y experimentado en un grupo que se divierte estando todos juntos sobre todo en las giras.

Actualmente, además de presentarse en el Cervantino también actuarán en Coahuila, Guadalajara, Sinaloa y el Plaza Condesa, en la Ciudad de México, con un show donde incorporarán un set acústico.

Sus integrantes manifestaron su intención de ser invitados al Vive Latino ya que disfrutan tocar en todos los formatos, pero sienten que un punto en común de México con su cultura es la energía, la pasión y la intensidad.

Asimismo recordaron la figura de Gustavo Cerati, con quien compartieron el tema “El Mareo”, que cada que suena en el escenario deja un momento imborrable. “Trabajar con Gustavo fue un privilegio porque lo admiramos, forma parte de la identidad del rock”, dijo Santaolalla.