Regresa a la música tras 20 años de ausencia
INTERNET. Lo motivó a regresar al mundo de la música. (Foto: ESPECIAL )
cristina.pineda@eluniversal.com.mx
El cantante español Pedro Marín sabe que desde que empezó su carrera a mediados de los ochenta era un ídolo pero no un artista, figura que ha estado feliz de descubrir desde que regresó a la industria tras veinte años de ausencia.
“En aquel momento perdí a mis amigos porque no querían salir conmigo porque cada vez era un escándalo y me quedé muy solo, a mí la fama me dio mucha soledad”, contó en entrevista.
Tras prepararse con las carreras de Estudio del Arte y Económicas un día decidió volver, cuando en el trabajo en un banco en el cual llevaba diez años le surgió la inquietud por la música antes de volverse viejo.
“Lo que me hizo retirarme fue una gran crisis personal, no podía seguir manteniendo el status de locura absoluta; me había convertido del ídolo que era en el escenario a alguien sin autoestima y sin nada en la vida real”.
En su regreso las cosas cambiaron no sólo convirtiéndose en un hombre más maduro sino eligiendo ser libre creativamente y dueño de su destino fundando su propio sello discográfico independiente.
“Desde que volví en 2004 mi enfoque es otro. Si no hubiera sido por la independencia y por Internet no hubiera dado el paso a volver”, dijo.
Dando su debida importancia a la tecnología y las redes sociales considera que la música no está sufriendo de una crisis sino un cambio de modelo en donde la situación nunca va a ser igual.
Ahora se encuentra en México donde presentó ayer en Asha Bar el material discográfico Hombre Mecánico, que aunque retoma tres de sus éxitos desde un punto vanguardista y retrofuturista también contiene material inédito en un trabajo en conjunto con el productor Estefano Macarroni.
“Las letras van enfocadas a la positividad de esa sociedad horrorosa a la que nos estamos metiendo para no seguir en el sistema porque cada día intentan que seamos más máquinas y menos humanos”, señaló.
Marín finalizó diciendo que prefiere ver a sus discos como una obra de arte y dejar la ambición atrás.