espectaculos@eluniversal.com.mx

De los millones de cibernautas que utilizan Youtube, casi 20 de ellos se aliaron a Javier Talán, reconocido network para hacer crecer su canal y llegar a más personas.

Esa misma cantidad de youtubers ahora padece las consecuencias de haber puesto su trabajo en manos de este representante que al parecer comienza a ser demandado por algunos.

Sury Dorantes, una de las vloggers mexicanas más reconocidas por su canal QuefishTV, comenta que ella no tiene relación con ninguna network. “Ahora mismo emprendí el proceso de registro de mi marca por cuenta propia”, informó la joven.

Y aunque varias empresas se han acercado a ella para ofrecer sus servicios y así incrementar sus ingresos por publicidad y mejorar su ranking, Dorantes dice que ninguna de las ofertas le ha llamado la atención. “Esto que hago es mío, además de que todo lo que te dicen a mí no me convenció”, dijo.

Como consejo para aquellos que estén siendo buscados por las empresas es que lean bien lo que firman.

Sin embargo otros usuarios como Yuya, una de las youtubers más vistas de México (casi 7 millones de seguidores gracias a sus tutoriales) decidió confiar en su representante y ha decidido demandarlo.

Y es que es que como refiere Alejandro Montiel, “El escorpión dorado”, en esta tierra llamada Internet en la que figuran personalidades como Caeli y Luisito Rey, ser defraudado en ocasiones es muy sencillo.

“Internet a veces es una tierra sin dueño, un robo en despoblado. Siempre le decimos a todos que no caiga en nuestros errores, que lean las cosas, que sean claras, a veces confiamos de más y pasan estas cosas, el exceso de confianza nos llevó a este punto”, señaló.

Ser estrella de Youtube es un negocio al que pocos resistirían, pues además de captar a una gran audiencia —70% de jóvenes mexicanos entre los 18 y 30 años— las ganacias son jugosas.

Cuando tus videos superan las millones de visitas, tu popularidad aumenta y Youtube puede pagar apróximadamente 3 dólares por cada mil visitas y si publicas un vídeo a la semana, el negocio lo tienes a la mano.