aridiana.banos@eluniversal.com.mx

Las puertas del circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey se abrieron para los medios de comunicación, con el fin de mostrar las condiciones en que viven y se entrenan las especies animales que forman parte del espectáculo.

“Lo más difícil que ha habido en mi carrera de entrenador de animales es hacer entender a la gente que uno es un profesional y busca hacer las cosas bien, que hay muchas cosas falsa, mitos, como que son maltratados”, dijo Taba Maluenda, entrenados de tigres con más de 25 años de experiencia.

Taba explicó que especies como los elefantes comienzan su entrenamiento desde que nacen porque en ese momento se da el contacto con los humanos, a los dos años se les ayuda a comprender órdenes sencillas como “sí” o “no”, es a los cuatro o cinco cuando inician a con rutinas que vayan acorde a sus habilidades. “Los elefantes que no son aptos para el circo se quedan en el centro de conservación del Ringling Bros. and Barnum & Bailey, donde siguen viviendo hasta que Dios les dé vida”, aseguró el entrenador.

Lejos de lo que se pueda pensar, las especies que trabajan en el circo no son entrenados de manera agresiva, afirmó Taba, ya que su método se basa en estímulo-respuesta (orden-premio).

Respecto a los instrumentos que utilizan en algunas rutinas, como fuetes o varas, su función es servir de guía para el animal, no para lastimarlo. “No hay que olvidar que estamos tratando con animales de gran peso, no salvajes porque están entrenados, pero uno nunca sabe lo que pueda suceder, si hay algún accidente sirve para controlar al animal para evitar algún peligro para él y de quien esté cerca”.

Los cuidados son meticulosos, para lo cual el circo cuenta con cuatro veterinarios que viajan con ellos, además de algunos locales, y varias cuadrillas de personal especializado en el cuidado de cada espécimen. “Tenemos gente especializada 24 horas al día, por ejemplo, cuando un elefante o tigre está estresado, simplemente no trabaja y le damos el lugar para su esparcimiento”.

Taba también señaló que todos los animales que se jubilan del circo, van a santuarios donde reciben cuidados el resto de su vida.