christian.leon@eluniversal.com.mx

Tú piensas que dejarán las muertes de lado pero no. Se dieron cuenta de que es una opción exitosa así que simplemente matarán más gente de la que hemos matado antes.

Así es como el actor Kit Harrington, quien da vida a Jon Snow en la exitosa serie 'Game of Thrones', adelantó lo que será la cuarta temporada que comienza hoy en el canal HBO.

Si hay algo a lo que el público se ha acostumbrado durante las tres primeras temporadas de esta serie basada en las novelas de George R. R. Martin es que nadie, absolutamente nadie, está exento de morir... así sea el protagonista.

¿Cómo olvidar que en el noveno capítulo de la primera temporada el personaje principal, Ned Stark, interpretado el roconocido actor Sean Bean, fue decapitado marcando el tinte que la serie tomaría a partir de ahí?

Desde ese momento las muertes en esta fantasía medieval no han parado; algunas han sido más espectáculares que otras pero los protagonistas han caído uno a uno sin importar la jerarquía o casa a la que pertenecen. A pesar de que los amantes de la novela ya saben el destino que tendrán, algunos personajes no ha dejado de sorprender por la forma en la que los productores han retratado su muerte.

En la pasada temporada —la más vista con 14 millones de espectadores en el mundo— dos de sus protagonistas, Catelyn y Robb Stark, fueron acribillados y con ello se dio paso a un fenómeno viral en redes sociales conocido como “La boda Roja”, con lo que quedó claro que nadie está exento de morir.

Las muertes de estos dos personajes —madre e hijo en la ficción— fueron impactantes pero no han sido las primeras.

Desde su creación, las series acostumbraron al público a que pese a todo peligro por el que atravesaban, los protagonistas siempre saldían avantes.

Eso cambió hace una década cuando una ola de decesos inesperados en las historias comenzarón a suceder. Series como 'Walking Dead', '24', 'Lost' y 'Boardwalk Empire' le dijeron adiós sin piedad a parte de su reparto.

Una víctima reciente fue Zoe Barnes, a quien le da vida la actriz Kate Mara en la serie de Netflix 'House of cards'. El personaje murió violentamente al ser arrojada a las vías del metro por Frank Underwood (Kevin Spacey), por estar investigando la red de corrupción en las altas esferas políticas de EU en la ficción creada por David Fincher.