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A pesar de los años los integrantes de Molotov siguen divirtiéndose juntos, es por ello que se definen como “suertudos” por lograr una aceptación sólida a través del paso del tiempo.

Defendiendo su independencia y forma de pensar, cierran un ciclo con su disquera (Universal Music) sin saber qué pasará después hasta que llegue la necesidad de planear otro disco, sabiendo que en la actualidad hay que adecuarse a las nuevas tecnologías y a la industria que cada vez tiene más ramas.

“Hay que darle un valor a lo que ya se perdió, a que la gente compre un disco como lo escuchamos nosotros porque ahora es difícil que la gente tenga un aparato; nos gusta que la grabación y nuestro arte se quede intacto en una obra, porque es un documento que queda para siempre”, confió Micky Huidobro.

Con conocimiento de que ahora los artistas viven de los shows y no de la venta de sus álbumes, implementaron una dinámica en la que en la compra de un disco ofrecerían un boleto para su concierto de hoy en el Auditorio Nacional.

“En este país el derecho autoral no se defiende de ninguna manera, no es tratado como un delito porque el mismo policía compra pirata y le vale madres”, dijo Tito Fuentes.

Durante este show, compartirán el escenario con el rapero estadounidense DMC, al cual admiran y con quien tienen una buena amistad.

“La música rompe las barreras y con la música no importa lo que estés pasando porque siempre va a haber una canción que te ayude y que te inspire. Compartir eso con otros músicos es lo que fue la colaboración con Molotov”, expresó el encargado de abrir su show.

No salimos para ver si nos creen

Su vida es una obra permanente debido a que todo el tiempo intentan componer con las situaciones que van viendo y los inspiran: “Siempre nos influye mucho lo que nos rodea para escribir, pero ya hemos escrito de muchas cosas que siguen siendo las mismas desde hace muchos años”, comentó Tito Fuentes.

Desde 2009 tienen canciones para un nuevo disco, pero esperaron siete años desde la edición de su último álbum para mostrarlas a su público. En conjunto con el productor Jason Perry, quien afirman, adecuó a la agrupación con un sonido global de rock and roll. Con él editan Agua Maldita, en donde tocan el tema de los sacerdotes que abusan de los niños: “Antes éramos atacados por la iglesia que nos satanizaba y ahora no podemos dejar que esos temas pasen”, recuerda Tito.

“Estaría padre que hubieran más bandas que fueran al grano y sin tantas metáforas pero también eso es lo que nos hace ser nosotros. Nuestra fórmula ha sido no traicionarnos porque hay que tocar esas rolas en el escenario y estaría aburrido tocar algo en lo que tú ni siquiera crees”, finalizó Randy.